Cuando
Scott consiguió el permiso de la Casa Real para realizar la entrevista de la que resultaría un documental sobre el Rey, nunca imaginó que llegaría a mantener una relación tan cercana con Don
Juan Carlos.
Éste no sólo se mostró tan campechano como es habitual, sino que demostró un gran sentido del humor y sencillez a la hora de hablar de sí mismo. Y dieciocho años después, la periodista ha desvelado los detalles de la grabación para la revista Vanity Fair.
Tanta cercanía dio lugar a anécdotas que calaron muy bien entre el público británico -al que iba dirigido el documental- pero que en España despertaron críticas negativas por considerarlas un intento de ridiculizar al Rey.
En concreto, en un momento del documental la periodista le indicó al monarca cómo arrancar la moto, que se le había calado, y aunque éste reaccionó con buen humor muchos espectadores mostraron su descontento por haber incluído esa escena en el montaje final.
Pero aparte de generar anécdotas, el Rey Juan Carlos mostró su cara más reservada, hablando abiertamente sobre su infancia y juventud; y sólo se negó a hablar sobre un tema: su ascenso al trono tras la muerte de Franco.
"De Franco no voy a hablar. Debe usted comprender que heriría demasiadas susceptibilidades y removería demasiados recuerdos de la Guerra Civil. En cualquier caso, este documental está dirigido al público británico y no se verá en España", cuenta Scott que le respondió Don Juan Carlos.
Su infancia fue difícil
El Rey confesó a Scott durante aquellos días de entrevista que su infancia no había sido precisamente fácil. Su familia había estado constantemente viajando, sin poder arraigarse en un lugar concreto, y habían pasado apuros económicos.
Precisamente por eso, conectó perfectamente con
Doña Sofía nada más conocerse. Ella pasó su infancia viajando por Grecia en medio de una guerra civil, y conocer a Don Juan Carlos fue como encontrarse con su alma gemela.
La Reina ha aprovechado su posición destacada en la sociedad como un "servicio al pueblo", según ella misma indica. Ha sido su manera de mostrar su sentido del deber y el cariño que tiene por España.
De la unión de ambos nacieron las infantas
Elena y
Cristina, unas jóvenes tímidas y reservadas en el momento de la entrevista, que se mostraban muy unidas entre sí y con su hermano
Felipe; como demostraron las lágrimas de emoción de Doña Elena cuando éste fue abanderado en los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Ahora, casi veinte años después de aquel reportaje, ya empieza a prepararse el camino para el Príncipe Felipe. Por aquel entonces aún no había conocido a
Doña Letizia, pero el joven dejó claro que no le importaba si su futura mujer era de la realeza o no, él sólo quería enamorarse.
A sus cuarenta y dos años, sabe que suceder en el trono a un monarca tan carismático como su padre será todo un reto, pero todos los que le conocen confían plenamente en que se encontrará muy cómodo en su posición y cumplirá sus objetivos con éxito.
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