Aunque en un principio nada parecía indicar que entre ellos existiera un romance, pronto quedó claro que el asunto iba para más. “Madonna se levantó y estuvo bailando una hora entera antes de volver con su hombre, e inmediatamente empezaron a besarse delante de los otros invitados”, según publicó The New York Post.
Lejos de cortarse o de intentar ocultarlo, Madonna volvió a adueñarse del show, “buscaron un lugar más privado y allí estuvieron abrazándose y besándose durante el resto de la noche”.