Mientras, la ministra de Economía,
Christine Lagarde, se vio obligada a salir al paso de los temores de una escasez de combustible, cuyo suministro estuvo bloqueado por las protestas, asegurando que siempre queda la opción de echar mano de las reservas acumuladas.En una jornada sin especiales incidentes, y en la que funcionaron los aeropuertos, los sindicatos estimaron en más de 800.000 los manifestantes en todo el país.
El Senado francés votará la legislación el próximo miércoles, pero los sindicatos tienen previsto reunirse un día después para estudiar una futura línea de acción, a sabiendas de que más de la mitad de la población se opone a la reforma, según una encuesta de Ifop publicada hoy por el diario 'L'Humanité'. Un 57% de los franceses desea una reforma diferente a la que está debatiendo actualmente en el Senado frente a un 27 por ciento favorable a "proseguir el debate según la actual reforma propuesta. Una minoría del 16% aboga por no abordar reforma alguna.
La primera secretaria del Partido Socialista francés, Martine Aubry, ha vuelto a pedir la suspensión del debate en el Senado sobre la reforma que pretende aumentar la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años, y la edad mínima para recibir pensión completa de 65 a 67 años. "Nosotros (los socialistas) contribuiremos a una solución, como hemos hecho con las propuestas que hemos presentado a los franceses", declaró Aubry tras acudir a la manifestación convocada en Lille, según recoge el diario galo 'Le Parisien'.
La Policía francesa cifra en 20.000 el número de manifestantes en París, a falta de que los sindicatos dieran sus estimaciones correspondientes,siempre triplicando largamente la cifra. En el resto del país, las cifras de asistencia oscilan notoriamente según Policía y sindicatos en Tolouse (24.000 frente a 125.000 personas), Niza (6.000 según el Gobierno frente a 12.500 manifestantes de acuerdo con los sindicatos), Rennes (25.000 frente a 35.000) y Lorient (7.500 frente a 20.000).
Que no cunda el pánico
Por su parte, la ministra Lagarde hizo un llamamiento a la calma a la población ante el posible corte del suministro energético, que no se hizo de manera total, anunciando que el Gobierno dispone de reservas de combustible que pueden mantener a la nación por al menos un mes. "Tenemos reservas. Que no cunda el pánico", declaró Lagarde a la emisora RTL.
El corte de suministro energético provocado por las protestas contra la reforma de la ley de pensiones en Francia podría haber provocado que el aeropuerto Roissy-Charles-de-Gaulle de París se quedara sin reservas de queroseno este sábado,aunque puede haber problemas el domingo por la tarde, según informaron fuentes aeroportuarias al diario galo 'La Tribune'.
Según las fuentes consultadas, las aerolíneas están "muy preocupadas" ante la falta de reservas en los depósitos de los suministradores de queroseno. "Shell tiene algo más de combustible en Roissy, a ENI todavía le queda algo, pero Total está casi vacía", explicaron. El oleoducto que suministra combustible a los aeropuertos de Roissy y Orly se encuentra cerrado desde el viernes por la mañana por ante la insuficiencia de derivados del petróleo.
Por este motivo, el Directorio General de la Aviación Civil (DGCA) ya ha recomendado a los vuelos extranjeros con destino París que realicen "cargas dobles de queroseno" para asegurarse de que tienen combustible suficiente para volver y no quedarse atrapados en tierra.
La DGCA todavía no ha declarado oficialmente en alerta los aeropuerto de París (De Gaulle y Orly) ya que consideran que la situación todavía no es alarmante. Las aerolíneas, especialmente Air France, rechazan esta postura y consideran que el momento actual "es crítico", según un representante de la aerolínea francesa.
Aunque se reanude el suministro, el queroseno que se encuentra depositado en Le Havre podría tardar 48 horas en llegar a París, sin tener en cuenta el proceso de decantación y análisis necesario para garantizar su uso en los aparatos.