Ahora que Mario Vargas Llosa acaba de ganar el Premio Nobel de Literatura, se ha evocado en diversos medios aquellos años en los que el escritor peruano vivió en Barcelona. Entre finales de los sesenta y 1974, el autor de La ciudad y los perros, como es sabido, frecuentó los círculos más, progresistas de la ciudad, con los que llegó a tener una gran afinidad. Además fue el único extranjero que participó en el encierro de intelectuales en Montserrat en protesta por el llamado Proceso de Burgos contra dieciséis miembros de ETA, que tuvo lugar a finales de 1970. Cómo cambian los tiempos!