Se repiten, ya sin duda, los 'avisos para navegantes', que viene un día después de las declaraciones de
Alfonso Guerra que han originado tan alto malestar en el entorno mujeril de ZP -Guerra se refirió a 'la
Trini' como
'señorita Trini', y las mujeres de
Zapatero han estallado, desde
Aído hasta
Fernández De la Vega, pasando por
Leire Pajín-. Pero la carga de profundidad de guerra era mucho más importante, políticamente hablando, que la anécdota con la 'señorita Trini': en el transfondo subyace la puesta en la picota del secretario general del PSOE como próximo candidato a la Presidencia del Gobierno.
Son avisos para el navegante Zapatero, porque parece que ya no es sólo la 'vieja guardia' la que se rebela contra el zapaterato -una muy peculiar forma de gobernar-, sino que parece que hay quien insiste en no dar por perdida la '
operación Solana'. Aún más,
Tezanos se ha empezado a referir ya al 'post-zapaterato', lo cual es sintomático.
Como Tezanos y Alfonso Guerra, también el ex presidente
Felipe González ha salido a la palestra -a través de los micrófonos de la SER- para recriminar algunas actitudes de Zapatero. Por ejemplo, González ha reconocido explícitamente que le disgustó "el planteamiento inicial" en el que Zapatero trató de convencer al secretario general de los socialistas madrileños,
Tomás Gómez, para que dejara que la ministra Trinidad Jiménez fuera la candidata socialista para la Comunidad de Madrid.: "No me gustó el planteamiento inicial", aseguró González, razón por la que no entró en la "lucha interna" de las primarias de Madrid.
Pero más allá de esta reconvención, González no está seguro que Zapatero haya salido ileso del enfrentamiento en el PSM que él mismo propició, aunque finalmente rompió una lanza por el presidente del Gobierno después de que éste rectificara: "Le hubiera perjudicado si se hubiera empecinado en su candidata, pero aceptando el resultado, no".
Sin embargo, casi nadie duda de que Zapatero ha quedado 'tocado' y que puede recibir un segundo torpedo en las elecciones autonómicas de Cataluña. Y aún un tercer torpedo -¿el del hundimiento?- en las municipales y autonómicas de mayo de 2011.
Por ello, y ante la pregunta de si Zapatero debería confirmar ya si va a repetir a la Presidencia del Gobierno, González salió por la tangente: "No estoy seguro", dijo, porque "es extremadamente complicado tomar una decisión de esta naturaleza, incluso para alguien que ya la tenga íntimamente tomada". Y como quería responder, pero 'no debía responder', González ha ironizado al respecto contando "lo mucho" que le costó a él mismo perder las elecciones y, por tanto, abandonar el poder. A buenos entendedores…
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