Una vez celebradas las primarias en el PSM y sabiendo que
Trinidad Jiménez continuará en Sanidad, el presidente del Gobierno no parece ya dispuesto a hacer grandes cambios en su actual equipo, al menos en estos meses que quedan para que finalice el año y que los Presupuestos Generales del Estado sean aprobados por las Cortes Generales.
Pero, siguiendo su costumbre,
Zapatero no suelta prenda y tan solo se ha limitado estos últimos días a dar unas cuantas pistas sobre el perfil que quiere que tenga el sustituto de Corbacho. Una persona con “cierto perfil político” – lo que alejaría a Chaves de las quinielas-, con gran capacidad de diálogo, y experta en la materia dado que su gran preocupación es el paro y los desempleados que dependen del INEM que a su juicio “no tienen la atención suficiente” y se puede hacer mucho más por ellos tanto en formación como en ayuda o en “cercanía”, según dijo en una reciente entrevista en televisión.
Cuota catalana y paridad
Pero Zapatero dio otra pista. Admitió que el objetivo de la “paridad” lo tiene “siempre muy presente” por lo que la balanza se inclina más hacia una mujer que hacia un hombre, teniendo en cuenta que en estos momentos la composición del Gobierno no cumple a rajatabla este requisito.
Así, los nombres que mejor encajan en este perfil son dos. Uno es el de la actual secretaria general del INEM,
Maravillas Rojo, que es de Barcelona. No hay que olvidar que con la salida del ministro se acaba la ‘cuota’ catalana en el Gobierno y el PSC presiona para mantener en el Gabinete su poder ‘autonómico’.
El currículo de Rojo, desde luego, parece estar destinado para el cargo. Según reza su ‘ficha’ oficial, es experta en el diseño y ejecución de políticas activas de empleo, creación y crecimiento de empresas y en la promoción de la innovación. Fue Directora del INEM de la provincia de Barcelona entre 1991 y 1995. Realizó una gestión caracterizada por incorporar nuevos procesos administrativos que situasen al desempleado y a las empresas en el centro de la organización. Gestionó la organización del sistema de formación ocupacional y continua con la incorporación de España en la UE y participó en la transferencia de la formación ocupacional a la Generalitat de Cataluña.
El único ‘problema’ es que al ser una persona fiel a
Corbacho, podría querer seguir sus pasos y pedir el relevo a Zapatero. Rojo, dicen “no se sentiría cómoda con un nuevo ministro que no fuera catalán”.
Serna, la Consejera de Montilla
El otro nombre femenino es el de la actual consejera de Trabajo de
José Montilla, Mar Serna, quien una vez que se celebren las elecciones autonómicas se quedará a buen seguro sin ‘trabajo’ al disolverse el tripartito. Un dato que no juega en su favor es que no milita en el PSC, es independiente. Pero experiencia si que tiene ya que además de haber sido consejera Laboral y de Asuntos Sociales de varias Embajadas de España en países latinoamericanos, fue magistrada del orden jurisdiccional social en el juzgado de lo social de Barcelona entre enero de 2001 a enero de 2004, e Inspectora de Trabajo y Seguridad Social, de 1984 al 2000. Otro dato a destacar es que fue abogada laboralista de la UGT de Cataluña entre 1977 y1982.
Pero hay otros nombres en las quinielas. Como el del secretario de Estado de la Seguridad Social,
Octavio Granado, que sería, a juicio de muchos, el ‘relevo natural’ de Corbacho, con el que, por otro lado, nunca ha tenido demasiado feeling pero goza de la máxima confianza del presidente del Gobierno. Granado, no es ningún secreto, siempre ha esperado la llamada de Zapatero para entrar en el Gobierno y esta sería una buena oportunidad para que cumpliera su sueño.
Jáuregui dijo estar "preparado"
Finalmente, no hay que descartar el hecho de que el presidente decida traer de nuevo a Madrid al ahora eurodiputado
Ramón Jáuregui, que no ocultó en una reciente entrevista que por su experiencia "estaba "preparado" para asumir la cartera de Trabajo, un área en la que ha trabajado durante mucho tiempo en el Congreso de los Diputados, ocupándose también de las políticas de empleo. Además, como secretario general del grupo parlamentario sabe lo que es fajarse en duras negociaciones con los demás grupos de la Cámara y con los sindicatos. La opción que algunos añaden es la de
Manuel Chaves, cuya vicepresidencia tercero del Gobierno, podría asumir las competencias de este importante ministerio que el ex presidente andaluz ya ocupó en la etapa de
Felipe González. Incluso hay quien tiene interés en dejar caer el posible regreso a este departamento de
Jesús Caldera, algo, sin embargo, que algunas de las fuentes consultadas por nuestro diario ven “muy remoto”. Claro que, como siempre, el único que puede y va a despejar pronto la incógnita es el propio Rodríguez Zapatero.