La sentencia, pionera en la Comunidad, da un varapalo a la Consejería de Medio Ambiente, que consideró que no era necesaria esa evaluación. Las 59 hectáreas de la isla del Colegio eran desde hace años objetivo de los sucesivos gobiernos de Alcalá, ya que están junto al casco histórico. En 2001, gobernado por el PSOE, el Ayuntamiento compró la isla para hacer un parque protegido.
Dos años después, llegó a la alcaldía Bartolomé González (PP) que anunció la construcción de un lago artificial, un canal para navegar, el recinto ferial, auditorio y espacio para congresos. La pega es que la isla pertenece al Lugar de Interés Comunitario de las Cuencas de los ríos Jarama y Henares, un espacio protegido por la Unión Europea.
La Asociación Ecologistas en Acción recurrió la licencia concedida por la Consejería de Medio Ambiente ante el juzgado de lo contencioso y allií perdió. Las máquinas empezarona talar y el Ayuntamiento invirtió seis millones de euros en la primera parte de la obra. Los ecologistas recurrieron al Tribunal Superior de Justicia de Madrid que, en una sentencia notificada el pasado miércoles, les dió la razón y anuló la sentencia.
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