Juan Mora: el triunfo del antisistema... y del toreo

Qué curioso verdad, como estará montado este "tinglao" del mundo del toro, que ese artista, con la edad, con la que otros hace años que están retirados, llega a Madrid y forma un alboroto tan grande que la gente sale toreando por la calle de Alcalá. Y es que ya lo dije en otro articulo que escribí no hace mucho tiempo en este mismo portal, en el cual no solo hacia una defensa a ultranza de este torero, si no que además explicaba la diferencia entre vestirse de torero y ponerse, el traje de luces, y evidentemente, no me equivoque.

Por que señores lectores, este triunfo de Juan Mora tiene mas de una lectura. Resulta que llega, se pasa cinco minutos buscando a barquerito para brindarle un toro, y después con toda la naturalidad del mundo se entretiene en pegarle quince muletazos interminables y un espadazo de autentica antología al de torrealta, y todo ello metiendo los riñones, sin levantar las zapatillas, sin retorcerse, en definitiva, dicen que el toreo es olvidarse del cuerpo, y emplear el alma, pues esto mismo, es sin duda lo que hizo Juan Mora el sábado en Madrid.

Y  de postre con el segundo que le toco en suerte y por si no habíamos tenido suficiente con la primera faena, nos regala mas de su arte, de esa inspiración que solo los toreros como el, dignos, buenas personas, pueden poseer. Dicen por ahí, que el toreo es grandeza, y digo yo que si que si el toreo es grandeza Juan Mora es muy, pero que muy grande, pues un tío con casi cincuenta años, ha puesto a cavilar a todo el escalafón, y además sin haber toreado en toda la temporada.

Los atributos masculinos -por no escribir lo otro que empieza por c-  no se demuestran quedandose mas quieto que nadie, se demuestran haciendo lo que hace Juan Mora fuera de la plaza, que es defender su categoría, y que mejor forma de poder defenderlo que viniendo a Madrid, donde otros que se dicen figuras no quieren ni pisar y formando un alboroto.

Yo me alegro y mucho, por que si en el toreo hubiera una docena como Juan Mora, no estaríamos como estamos, y con toda seguridad, no habríamos llegado ni dado opción a ese despropósito de Cataluña. Desde aquí digo olé Juan Mora, olé por no comulgar con este sistema, en el que nos han impuesto a los mediocres del toreo. Bien por Juan Mora, bien torero, bien.