La UCI, aunque en un contexto de un control en Francia, ha vuelto a golpear a
Contador. A su imagen como ciclista ganador y honrado. Hace tiempo que el público y los medios franceses están esperando dar esta noticia, y así ha sido recibido en Francia el tema. Como ocurrió con
Nadal, a quien muchos de nuestros vecinos no pueden ni ver vencer en la cancha de Roland Garros por envidia, parece que la sombra de la sospecha se cierne sobre el ciclista madrileño con más ganas que razones. Porque la cara de Contador no parece la de un culpable. En todo caso, más allá de lo que se pueda demostrar, la cantidad tan pequeña de clembuterol que fue detectada en su organismo resulta algo ridícula. Hasta ahora, simplemente, se han seguido las normas: suspensión temporal hasta aclarar el tema. Pero el filetón de la sospecha le ha sacudido en toda la cara al bueno de Alberto.
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