El Hotel Palacio de Rubianes es uno de esos edificios señoriales, palaciegos como su nombre indica, que se encuadra en la tradición de convertir las casonas asturianas y montañesas en confortables hoteles de lujo. Situado en Sevares, Infiesto, a pocos kilómetros de Ribadesella y del mar,desde Rubianes se contempla el bellísimo paisaje montañoso asturiano, rematado por los impresionantes Picos de Europa. Las habitaciones, austeras pero elegantes, tienen precios que, en temporada alta, oscilan entre los cien y los trescientos euros y desde todas ellas la visión es, sencillamente, inigualable. Como inigualable es el campo --nueve hoyos-- de golf, de recorrido algo difícil y, por tanto, más estimulante para los jugadores. Quien no sea aficionado a este deporte, tiene garantizados paseos en un marco incomparable, aunque suene a tópico. Aléjese por unos días de lo urbano y disfrute del campo, un campo como probablemente no habr´ña conocido hasta ahora si no ha visitado estos parajes.
El servicio es atento. El restaurante, aunque la carta sea algo corta, tiene una cocina esmerada y no demasiado cara. Cierra en noviembre, aunque el hotel, en principio, está abierto todo el año.
En las inmediaciones se puede encontrar el Palacio de Cutre, no tan lujoso como Rubianes, pero también con una buena carta.