Aunque el corresponsal del diario alemán,
Leo Wieland, ha querido envolver sus comentarios como algo satírico o gracioso, pero lo cierto es que toda la página que ocupa reportaje se ensaña con las mujeres que se sientan en el Consejo de Ministros a las que califica como
"Las muñequitas de Zapatero". Sobre ellas dice que es curioso cómo cambian de imagen en cuanto ponen un pie en el poder.
El corresponsal alemán no deja títere con cabeza y repasa el ‘fondo de armario’ de varias ministras, empezando por la de Igualdad,
Bibiana Aído, a la que llama la señorita del “Papá, que soy ministra”. Sobre la titular de Cultura,
Ángeles González Sinde, opina que con su indumentaria de volantes “sigue promocionando el flamenco”, y a María Teresa Fernández de la Vega, remeda el apodo que ya la puso aquí el PP y cambia su apellido por el de "de la Vogue”, en recuerdo a su ‘posado’ en la conocida revista alemana poco después de su llegada al Gobierno.
Pero el periodista no fija su mordaz atención solo en ellas, sino que arremete, en general, con los "socialistas fashionistas”, esas “estrellas de la democracia" que – dice- están más preocupados por su look que por trabajar para salir de la crisis. Uno de sus blancos es precisamente
José Blanco, el titular de Fomento. Sobre el que destaca su coquetería por haberse operado de la vista para quitarse las gafas y estar así más ‘atractivo’.
A Zapatero le libra de sus críticas por su vestimenta, pero, a cambio, dispara contra sus dos hijas y asegura que le parece incomprensible "que apareciesen en la Casa Blanca como si fueran a una fiesta de Halloween".
El artículo va más lejos y de sus ácidos comentarios no se salvan otros políticos, como la portavoz del PP,
Soraya Sáenz de Santamaría, por aparecer en una foto con un ‘sugerente’ vestido de gasa en el dominical de 'El Mundo', ni tampoco la barba líder de la Oposición, Mariano Rajoy, que califica como "un desastre de la moda".
El ‘cuadro' lo completa el lider de CiU,
Josep Antoni Duran Lleida, del que se mofa por su ‘coquetería’ de usar diferentes modelos de gafas en sus apariciones públicas.
La primera en criticar el artículo ha sido la vicepresidenta primera del Gobierno,
María teresa Fernández de la Vega, quien en un desayuno con la Asociación de Periodistas Parlamentarios, (APP), lo ha calificado, visiblemente enfadada, como “intolerable, misógino y claramente machista”.