The Times They Are A Changin' como cantaba Dylan y es un privilegio aunque coincida con una angustiosa crisis económica poder ser espectadores y actores de un escenario cambiante e innovador como el que estamos viviendo.
En momentos en los que el pesimismo se contagia con celeridad como el peor virus, habría que quitarse el sombrero ante iniciativas como las de algunos empresarios y muchos trabajadores en momentos tan críticos. Hace poco más de una semana se hizo público que Zara irrumpía en Internet haciendo caso a la demanda del cliente y apostaba por la venta 'online'. Y no se trata de un caso aislado en la industria textil, también innovan El Corte Inglés, Mango, H& M ,y otras muchas pequeñas y medianas empresas relacionadas con la moda. Resisten, arriesgan e innovan para adaptarse a los tiempos cambiantes. Saben que no es momento para la nostalgia, y que no hay más mentira que creer que cualquier tiempo pasado fue mejor. A pesar de todo, siempre vamos hacia adelante.
Hace poco conversaba con un buen amigo sobre las consecuencias nefastas que ha producido Internet a aquellos que no han sabido o no han podido ver en la red un aliado y han sucumbido ante la brecha digital.
Estamos en una nueva era y hay que adaptarse a ella con seriedad, rigor y prudencia. A pesar del pesimismo justificado de una sociedad agotada por los efectos de la crisis creo que los trabajadores, adaptándose a marchas forzadas a las nuevas tecnologías, y los empresarios, arriesgando, están siendo ejemplo de resistencia y fortaleza.
Convendría que esta vez los políticos que nos representan estuviesen a la altura de la sociedad, como lo estuvo la clase política que en 1978 fue capaz de sacar adelante la Constitución Española convirtiéndose en un ejemplo de malabarismo, inteligencia, madurez y responsabilidad política y social.