En la entrevista, elaborada por la periodista Rosa Maria Mestre, el ex presidente admite que ha cambiado su opinión personal sobre Artur Mas, pero que sobre todo ha sido el propio Mas quien ha cambiado durante los años que se ha visto relegado a la oposición. “Artur Mas, que es un hombre inteligente y preparado, tenía antes un problema de gesto, que se dice. Ahora se ha humanizado, sabe sonreír más y eso probablemente le va a favorecer”.
Respecto a una crisis de liderazgo, Maragall asegura que “en las épocas de crisis caen las cosas que tienen poca consistencia. Todo es más difícil, pero el que aguanta tiene más valor”.
Pero Maragall no sólo se limita a opinar sobre las elecciones sino que también hace una valoración del momento político actual. Según él “la situación creada tras la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut es absurda. En Madrid no se han dado cuenta, pero han conseguido que la oposición entre Catalunya y la España centralista sea aún más imposible de resolver”. Maragall además añade que “yo he sido siempre federalista, de un federalismo diferencial, pero, en fin, no ha habido manera. Cada vez que hemos intentado -añade- que se acepte una España plural en la que Catalunya se sienta cómoda, no ha sido posible. Y una de las consecuencias es que la gente ha dicho basta”.
Estas reflexiones las ha hecho Pasqual Maragall a través de una entrevista que el ex presidente concedió, se deduce este verano, a la revista Més Cat, un boletín que se distribuye entre militantes y simpatizantes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).
Las declaraciones confirman el alejamiento de Maragall de las tesis del PSC, partido del que renunció a la presidencia y a la militancia hace tres años, pero también deja claro, tal y como lo recoge La Vanguardia, que no se ha convertido al nacionalismo, que “tuvo miedo de que Barcelona se comiera a Catalunya y cuando un país no es capaz de admitir que la ciudad es importante, es como perder al delantero centro”.