El salón de plenos de la Casa del Pueblo de UGT estaba abarrotada hasta la bandera con más de mil quinientas personas, entre dirigentes y simpatizantes que a su llegada aclamaron a
Tomás Gómez como ”presidente, presidente” con una cerrada ovación puestos en pie. Muchos de los que le apoyan tuvieron que quedarse en el hall del local viendo el acto por pantallas de televisión ante la imposibilidad de hacerlo dentro. El calor era insoportable, igual que ocurrió en la presentación de la candidatura de
Trinidad Jiménez días atrás en la sede del PSM, con la diferencia de que Gómez consiguió que se doblaba el aforo
El líder del PSM apareció con una amplia sonrisa arropado por parte de su Ejecutiva regional, encabezada por
Maru Menéndez , la presidenta del partido, Delia Blanco, el ex alcalde de Madrid, Juan Barranco – que caldeó con un discurso incendiario al auditorio-, y Matilde Fernández. En las primeras filas le esperaban además de
Gregorio Peces Barba, el ex ministro
Virgilio Zapatero,
Enrique Curiel, alcaldes de varios pueblos madrileños; un centenar de secretarios generales de agrupaciones madrileñas, y hasta
Gonzalo Miró, hijo de la histórica directora de cine Pilar Miró.
Y ante las recientes críticas que ha recibido por parte de algunos miembros de la propia Ejecutiva del PSOE de que es “el candidato de la derecha”, Gómez contestó desgranando un discurso muy de izquierdas en el que destacó los valores “más sociales” del proyecto socialista mientras lanzaba soterradas andanadas a los que han cuestionado su trabajo y su escaso implante entre la ciudadanía durante estos tres años.
"Fui a Moncloa a defender vuestro derecho a decidir "
Tomás Gómez recordó que se reunió el pasado 7 de agosto en la Moncloa con Rodríguez Zapatero quien le pidió que diera ‘un paso atrás’ para dejar paso a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, para que se enfrentara a
Esperanza Aguirre, apelando a las encuestas internas que la señalaban como “la mejor candidata”.
Gómez se defendió de las interpretaciones que se han hecho de que fue a plantar al presidente un pulso por pura soberbia. “Yo no fui a decirle ‘no’ a Zapatero ni a defender mi candidatura. Mi candidatura la defiendo ante vosotros. Ya es hora de que hagamos bien las cosas en esta federación”, dijo, logrando una aclamación de los asistentes.
“Fui como secretario general a defender el derecho a decidir de los militantes y acordar que tuvieseis palabra y que vuestra decisión fuese definitiva”, siguió explicando Gómez ante un entregado auditorio.
No a las descalificaciones, "el rival es Aguirre"
El líder del PSM, que en todo momento se cuidó mucho de no atacar directamente a la ministra de Sanidad, su rival en las primarias, opinó que el partido en Madrid tiene ahora “una oportunidad histórica para recuperar la Puerta de Sol” –sede de la CAM- , por lo que pidió a todos los implicados en el proceso que “no la estropeen” y la aprovechen. Pero a renglón seguido exigió “que nunca el camino sea la descalificación” porque “nuestro adversario es el PP y Esperanza Aguirre que es la mejor representante del extremismo de la derecha europea”.
Lo que no pudo evitar es arremeter contra el argumento principal que esgrimió Zapatero para que no pusiera obstáculos a su sugerencia, las encuestas internas del PSOE que le daban a él una mala valoración. “Yo no os cambio a ninguno de vosotros por ninguna empresa de sondeos. Las encuestas caducan y no deben servir para tomar decisiones”, señaló dolido el secretario regional madrileño.
Incluso recordó que este domingo un diario publica una encuesta muy desfavorable para Zapatero, el Gobierno y el PSOE, al que el PP le sacaría nueve puntos si se celebraran ahora las elecciones generales. “Por eso, hoy más que nunca Zapatero tiene mi apoyo como dirigente del PSOE”
Luego ironizó reconociendo que si antes decían que “no le conocía nadie” “es verdad que en tres semanas me conoce ya todo Madrid”. “Pero el liderazgo hay que medirlo por el numero de personas a las que se conocen por su nombre y apellido. Me duele mucho cuando se habla de militantes anónimos. Si alguna vez me he sentido líder es porque os conozco a todos y conozco vuestros problemas”, añadió, reivindicando su trabajo de estos tres años con lo que volvió a ganarse una nueva ovación de la concurrencia.
Barranco calentó el ambiente
Pero el que realmente caldeó el ambiente y levantó pasiones con su incendiario discurso fue el ex alcalde de Madrid, Juan Barranco, que tomó la palabra detrás de la dirigente guerrista, la senadora
Matilde Fernández, y de la portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, que abrió el acto. El ex edil madrileño no dejó títere con cabeza y arremetió sin tapujos contra algunos miembros de la Ejecutiva federal –sin citarlos- y hasta el propio Zapatero.
Barranco no le dolieron prendas a la hora de calificar como de “pucherazo” la decisión de Ferraz de que voten los militantes de la agrupación suspendida de Móstoles, que podrían decantar la balanza hacia Jiménez. También criticó la forma de utilizar las encuestas “como una ruleta rusa”. “A Tomas le hemos sometido al escrutinio público, le hacemos subir al ring con una mano atada a la espalda, -lamentó Barranco, todo por decir ‘no’ a una situación injusta”.
Barranco también deslizó puyas contra los dirigentes que se han cambiado de bando al ver que Zapatero no apoya a Gómez, entre ellos “algunos dirigentes de pequeño formato”, en velada alusión al alcalde de Getafe y presidente de la FEMP,
Pedro Castro, uno de los que empezó anunciado que estaba con Tomás y ahora apoya a Jiménez.
Tanto Maru Menéndez, que desveló que la única duda que ha tenido Gómez para dar este paso ha sido “su madre”, como el propio Gómez utilizaron en diversas ocasiones de sus discurso la frase de “nosotros podemos”, que es el slogan elegido por Jiménez como sello de su campaña en estas primarias.
El acto se cerró con la canción de
John Lennon “Power to the people” ( “El poder para el pueblo”), todo un himno que simboliza el ‘leit motiv’ de la candidatura de Tomás Gómez que se despidió entre calurosos aplausos y abrazos ante de abandonar la sede ugetista.
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