El maltrecho
proceso de paz entre Israel y Palestina vuelve a escenificarse en Washington, pero con múltiples trabas.
Barack Obama ha mantenido reuniones con el primer ministro israelí,
Benjamín Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina,
Mahmud Abbas, bajo la dificilísima sombra del
asesinato de colonos israelíes en Cisjordania, a manos de Hamas, para encauzar el camino del diálogo. Sin embargo, hay quienes como el ex presidente
Aznar han preferido cargar contra quien pretende llevar la paz a la zona -una meta de por sí complicadísima- y de paso, ha cargado contra la comunidad musulmana sin distinción, igualándola a los terroristas islamistas.
Obama ha estado "abrazando a muchos enemigos", ha asegurado Aznar para argumentar que "desde su investidura ha buscado una nueva relación con el mundo musulmán incluso a riesgo de socavar al mejor aliado de Estados Unidos en la región". El ex presidente participó este miércoles en Jerusalén en la asamblea anual del Congreso Mundial Judío e insinuó que Obama no está preparado para defender el modo de vida occidental por una supuesta dejadez para impedir a Irán la posibilidad de construir la bomba atómica. Tremenda y 'oportunísima' campaña ultra.
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