Los socialistas quieren reducir de cien a treinta días el plazo que tienen los desempleados que perciben un subsidio para rechazar cursos de formación, itinerarios y ofertas antes de retirarles dicha prestación, tal y como reconoció hace unos días el ministro de Trabajo,
Celestino Corbacho.
Según Toxo, con esta medida para obligar a los parados a aceptar cualquier oferta "se intuye que se puede encontrar alguna fórmula de maquillar las cifras del paro".
En una entrevista en la cadena Ser, el sindicalista ha calificado al ministro como "un gran propagandista de la huelga general" y el "mayor activo" de los sindicatos, porque "cada vez que habla crece el rechazo a las medidas del Gobierno".
El líder de CCOO "comparte" que los desempleados tengan que hacer un esfuerzo para encontrar empleo, pero se siente preocupado por el "argumentario" que se usa para ello, ya que considera que los parados no lo son por voluntad, sino porque se ven expulsados del mercado de trabajo o incapacitados para encontrar empleo, sobre todo los jóvenes.
En la tramitación de la reforma laboral se está desarrollando, dice, otra partida en paralelo "que se juega con un cuadro de aritmética parlamentaria" y que tiene "un siguiente acto" que son los Presupuestos Generales del Estado".
Entre hoy y mañana, se debate en el Senado el texto, donde se incorporarán las enmiendas presentadas por los grupos parlamentarios. El 9 de septiembre, regresará al Congreso.
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