Dos personajes,
Floiran Jenett y
Valentin Beinroth, se han dedicado a realizar distintas réplicas de 50 armas de fuego. Estas réplicas
están hechas de hielo. Y cuando el usuario, al pasear por el pequeño puesto del centro de Frankfourt, se dispone a probarlo, introduce la pistola en su boca.
El impacto visual de este curioso helado es llamativo,
sobre todo cuando lo prueban niños. Aunque, ya se sabe, las apariencias engañan.
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