La iniciativa, que ahora deberá debatirse en la Cámara de Diputados, fue aprobada en el Senado por 39 votos a favor, 26 en contra y una abstención, tras cerca de tres horas de debate.
El proyecto establece un plazo de 150 días para la normalización del Indec y crea una comisión parlamentaria bicameral de control y seguimiento del sistema estadístico argentino.
El organismo público de estadísticas quedó envuelto en la polémica luego de que a inicios de 2007, cuando el Gobierno dispuso su intervención, introdujera varios cambios metodológicos en la medición de los precios al consumidor y disparara las sospechas de economistas privados y hasta de los propios empleados del ente oficial, que aseguran que los datos oficiales son manipulados.
Desde la intervención, muchos funcionarios técnicos de carrera han sido desplazados e incluso otros indicadores, como el de la pobreza, cayeron en el descrédito.
"Nuestro Indec, por sus trabajadores, fue valorado en la región y en el mundo, por eso no es exagerado decir que la situación que estamos viviendo es dramática", aseguró el senador del opositor Partido Socialista Rubén Giustiniani.
En línea, el senador Gerardo Morales, de la también opositora Unión Cívica Radical, destacó que la iniciativa aprobada en la cámara alta "va a dar a los argentinos datos confiables".
"La reforma le va a devolver prestigio a la institución. Los argentinos van a poder tener datos confiables, no sólo relacionados con la economía, sino también con la situación social", afirmó Morales.
En la vereda contraria, el jefe de la bancada oficialista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, se mostró opuesto a la iniciativa y afirmó que la oposición está con "mucha preocupación porque los datos económicos del país son realmente alentadores".
"La gente siempre cree que las cosas siempre suben más de lo que dicen las estadísticas, también influye lo que dicen los medios de comunicación", argumentó Pichetto