No obstante, en tasa interanual el PIB se contrajo un 0,2% entre abril y junio, lo que significa que España sigue instalada en el 'suelo' de la crisis, y harán falta más trimestres de crecimiento para que consolide la salida de la recesión. Si la subida del IVA en julio impactase más de los esperado negativamente en el segundo semestre del año, se haría muy difícil que la caída del PIB en 2010 fuese sólo del -0,3%, que es el porcentaje fijado por el Gobierno como su previsión de decrecimiento de la economía española.
El banco emisor indica que por el lado del gasto, el retroceso de la demanda nacional se atenuó notablemente (-0,8%), como consecuencia, sobre todo, del repunte del consumo privado, al tiempo que la aportación positiva de la demanda exterior neta se reducía hasta 0,6 puntos porcentuales del PIB.
Así, el consumo de las familias, que explica más de la mitad del PIB, aumentó un 0,7% respecto al trimestre anterior. Es un crecimiento apreciable, cercano al habitual en los años expansión, que el Banco de España explica por "algunos elementos de naturaleza transitoria": el aumento de compras por el fin de la subvenciones a la adquisición de coches, por el adelanto a la subida del IVA de julio, o, incluso, por la cercanía del Mundial de Fútbol y el apagón analógico, que empujó las ventas de televisiones.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó el pasado viernes que el crecimiento intertrimestral del PIB en el segundo trimestre sería "superior" a la tasa registrada entre enero y marzo (0,1%). Ahora sólo falta esperar a que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirme la salida oficial de la recesión el próximo 13 de agosto en su avance trimestral del PIB.
La economía española entró oficialmente en recesión en el cuarto trimestre de 2008, después de haber registrado dos trimestres consecutivos en negativo. A partir de ahí, la economía española encadenó seis trimestres de contracciones.
Pese a que supone la salida oficial del ciclo recesivo, no se descarta, tal y como prevé Bruselas, que de julio a septiembre se vuelva a registrar una caída del PIB por la subida del IVA, que comenzó a aplicarse desde el 1 de julio. De hecho, la posibilidad de que el segundo semestre del año registre decrecimientos es compartida por otros organismos de estudio como Funcas (Fundación de cajas de ahorros), el Fondo Monetario Internacional (FMI) o entidades bancarias como Cajamadrid. La entidad presidida por el ex ministro de Economía Rodrigo Rato augura que en el conjunto de 2010 la economía se contraerá el 0,5%, dos décimas más de lo que calcula el Gobierno y una décima menos que lo que espera la Comisión Europea.
Funcas por su parte, mantiene su previsión para el PIB de 2010 de una caída del 0,6%, pese a que el consumo se ha mantenido positivo durante el segundo trimestre y a la consecuente "continuación" de la recuperación iniciada levemente en los tres primeros meses del año.
La noticia ha sentado bien al riesgo inversor. La prima de riesgo de invertir en España -medida a través del diferencial entre la rentabilidad del bono español a diez años y el alemán- llevaba estable en torno a los 154 puntos básicos desde el martes. Tras conocerse el dato del PIB publicado este viernes por el Banco de España, que muestra un crecimiento de la economía del 0,2% y el buen resultado de la subasta del Tesoro de ayer (pagó un 32% menos por colocar 3.500 millones en bonos a 3 años), las dudas sobre la deuda española ha vuelto a reducirse. El diferencial entre el bono y el 'bund' ha caído un 3% y se sitúa en 150 puntos básicos.
Peticiones del Banco de España
El Boletín económico también contiene recomendaciones para el Gobierno. En concreto le recuerda que debe estar preparado para llevar a cabo medidas fiscales restrictivas adicionales si la consecución de los objetivos presupuestarios se viera en peligro. El organismo supervisor califica de "adecuadas" las medidas de ajuste tomadas por el Ejecutivo, si bien subraya que es "crucial" su rápida puesta en marcha para garantizar la credibilidad de la senda de ajuste en el medio plazo.
Según el Banco de España, el plan de consolidación fiscal está sujeto a riesgos apreciables, ya que algunas medidas tienen que ser todavía detalladas, en concreto las relativas a la consecución del techo de gasto para 2011 y todas las que afectan a los recortes en las Administraciones Territoriales, sobre todo el próximo año.