Elecciones: 120 propuestas para 120 diputados
jueves 17 de mayo de 2007, 14:50h
Siempre es tiempo de política, pero ahora nos encontramos ante el tiempo de los políticos. Las elecciones municipales y autonómicas son, sin duda, las que los ciudadanos percibimos como más próximas a nosotros por la cercanía de ambas administraciones a la vida y a los problemas cotidianos. En un Estado descentralizado como el nuestro, las competencias de las comunidades autónomas son muy amplias, al tiempo que los ayuntamientos prestan los servicios de proximidad más cercanos a los ciudadanos.
En este tiempo de los políticos, de campaña electoral, nos conviene prestar atención a las propuestas de cada partido, las prioridades políticas y valorar si esas propuestas y prioridades atienden a nuestros problemas y consideran prioritario lo que para nosotros son necesidades esenciales. Desde CC.OO. hemos recibido a todos los candidatos que se presentan a las elecciones autonómicas y hemos querido aportar a los 120 diputados de la Asamblea de Madrid 120 propuestas que responden las necesidades de los trabajadores en el empleo y en nuestra vida cotidiana.
Quien gobierne esta Comunidad debe prestar mucha atención a un modelo de desarrollo sostenible y equilibrado, que base el crecimiento en la estabilidad y seguridad del empleo de los madrileños como la mejor garantía de productividad, valor añadido de nuestra economía regional. Debe garantizar la igualdad de oportunidades en el trabajo y en la calidad de vida de todos los ciudadanos. Debe prestar mucha atención a la deslocalización de empresas industriales y convertir Madrid en una región atractiva para las inversiones y el empleo productivo. Una región con recursos para la innovación y la investigación tecnológica.
Quien gobierne la Comunidad debe cuidar la cohesión y seguridad de nuestra sociedad, no sólo con políticas policiales, sino desde una fiscalidad progresiva que permita que pague más quien más tiene y garantice los recursos necesarios para la mejora constante de los servicios públicos. Madrid se la juega en al campo de la igualdad educativa, la sanidad pública o los servicios sociales, que no pueden convertirse en oportunidades de negocio sino en instrumentos eficientes para cubrir necesidades de los ciudadanos.
Quien gobierne la Comunidad deberá definir desde el diálogo permanente con la sociedad el modelo de región que queremos, negociando un plan de estrategia territorial que frene el urbanismo depredador, racionalice el sistema de transportes y haga posible el derecho constitucional a una vivienda digna.
En definitiva, Madrid necesita políticas públicas todos los días y políticos atentos a las demandas y necesidades de la sociedad. Políticos capaces de hacer que nos sintamos parte de un proyecto colectivo representado por instituciones públicas que gobiernan para el pueblo y con el pueblo.
La crispación política vivida por Madrid a lo largo de los últimos años; lo que ocurre en Madrid traslada serenidad o tensión al resto de España y la presente legislatura ha estado presidida por la sombra intolerable del "tamayazo", cuya herida no quedó bien cerrada con la repetición de las elecciones, y que ha marcado buena parte de la política nacional, de los escándalos urbanísticos, de una política y unos políticos bajo sospecha.
Para los madrileños, para los trabajadores, de la región, estas elecciones son muy importantes. Para los madrileños, el 27 es nuestro día. No tiene explicación que la abstención en el barrio de Chamartín sea del 28 por ciento y en Puente de Vallecas del 38 por ciento. No es bueno que en Majadahonda vote el 70 por ciento y en Torrejón de Ardoz el 56 por ciento. La masiva participación en las elecciones se convierte en la reivindicación de una política con rostro humano, atenta a nuestras necesidades y a nuestros problemas, que cuide la calidad de nuestro empleo y de nuestras vidas.
Por eso, CC.OO. ha decidido pedir a los trabajadores que vayan a votar el día 27 y que elijan opciones de progreso y de izquierdas para Madrid. Porque el futuro de Madrid está en nuestras manos.