Es el Tour de la polémica, y eso que no hablamos de dopaje. Parece que, pasados esos tiempos en los que los productos ilegales eran los protagonistas de la ronda francesa, ahora las actuaciones en carrera se llevan todos los titulares. Y
Contador es el gran señalado. Tras la citada polémica por aprovechar el momento de avería del luxemburgués
Andy Schleck hace unos días, este jueves regaló la etapa en alto del Tourmalet al mismo ciclista y despertó nuevas críticas.
En el pasado, estos regalos han creado auténticas batallas, ya que si no son pactadas, suelen molestar al beneficiado. Ya le ocurrió al malogrado
Pantani con
Armstrong, aunque era muy habitual verlo con
Indurain, que nunca disputaba los finales salvo en alguna contada excepción.
Sastre estalla: es "una patraña de niñatos"
Y hubo más polémica: cuando en plena carrera se cayó el español
Samuel Sánchez, Alberto Contador, erigido en líder de la carrera, sugirió a los cabecillas de cada equipo que pararan el ritmo para dar tiempo de recuperación al ciclista asturiano.
Carlos Sastre estalló y se negó a hacerlo. Después de la etapa dejó unas declaraciones incendiarias: aseguró que están haciendo del ciclismo "una patraña de niñatos". "Cuando estaba arrancando Contador ha venido a decirme que por detrás había habido una caída. Le he contestado que me parecía muy bien, pero yo tenía en ese momento a un compañero por delante, estaba moviendo la carrera y he seguido con mi ataque", ha explicado.
"Quien quiera sacar discusión o polémica de este tema lo puede hacer libremente. Yo me he caído en este Tour, me he caído en el Giro de Italia, he tenido averías y a mí nunca nadie me ha esperado. Creo que estamos haciendo del ciclismo una patraña de niñatos y esto es lo que sucede en este tipo de circunstancias", ha manifestado.
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