La Residencia de Estudiantes celebra el 103 cumpleaños de José (Pepín) Bello (Huesca, 1904), compañero de andanzas de Dalí, Lorca y Buñuel, con la publicación del libro, 'Ola Pepín!', que recoge ensayos de conocidos escritores, que profundizan sobre la época en la que estos artistas convivieron en la Residencia.
'Ola Pepín!' está formado por un conjunto de ensayos escritos con motivo de las jornadas de 2004 para conmemorar el centenario del nacimiento de Dalí y en homenaje a José Bello cuando cumplía cien años. Un total de siete textos dan luz a la época más brillante de la creación artística española, en palabras de autores como Christopher Maurer, Agustín Sánchez Vidal, Román Gubern, Juan José Lahuerta, Andrés Soria Olmedo, Ricard Mas Peinado y C. Brian Morris.
El título está tomado del encabezamiento de las cartas escritas por Salvador Dalí a Bello, ya que "así le saludaba el pintor: un hola sin h, porque desconocía las leyes ortográficas", comentó el escritor Enrique Vila-Matas.
José Bello desempeñó un papel crucial como aglutinador del grupo de artistas que durante los primeros años de la década de los veinte se reunió en la Residencia de Estudiantes, y en el que forjaron su amistad personalidades del mundo artístico como Buñuel, Lorca y Dalí. "El ambiente cultural no me cogió de nuevo", confesó Bello al referirse a que ya su padre le introdujo en este mundo, por sus amistades con Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza.
Bello fue confidente de todos ellos y creador e inspirador de muchas de sus obras, según destacó Vila-Matas, quien hace una pequeña reseña a Pepín en su libro 'Bartleby y compañía': "Bello figura en todos los diccionarios artísticos, se le reconoce una actividad extraordinaria, y sin embargo carece de obras".
Algunas de las ideas de 'Un perro andaluz' y de obras de Dalí se deben a Bello, además de la autoría de la mítica fotografía del homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla, en la que retrata juntos a Buñuel, Lorca y Dalí. "Quizás fuese el más surrealista de los cuatro", apuntó Vila-Matas al explicar en tono humorístico que si Bello les hubiese dicho a Lorca, Dalí y Buñuel que celebraría su 103 cumpleaños en la Residencia, le hubiesen catalogado como el mayor surrealista de todos los tiempos.
Una residencia cambiada
José Bello comentó que la Residencia "ha cambiado mucho" desde que él llegase en 1921 a la sección universitaria para estudiar medicina. "Encontré un ambiente insospechado", manifestó al referirse al cúmulo de elementos que rodearon su estancia en la Institución: "elegancia, gusto por el arte y amistad", dijo.
La vida de Bello adoptó un camino diferente a partir de 1927, al abandonar sus estudios de medicina y al comenzar a colaborar con la Sociedad de Vías y Riesgos. La guerra es una experiencia amarga que le marcó en gran medida, ya que perdió a su hermano y muchos amigos, compañeros vanguardistas que tuvieron que irse fuera de España. Sin embargo, también se reencontró con muchos otros que vivieron junto a él un exilio interior.
Actualmente Bello es presidente de Honor de la Asociación de Amigos de la Residencia de Estudiantes y "el único que queda de la generación del 27", indicó él mismo.