El pulpo de Sabaneta, el mismo que quiere abarcar todo, les da el ejemplo y les ordena la pauta. A quienes piensen diferente hay que injuriarlos, calumniarlos, desacreditarlos, afrentarlos, maltratarlos, vilipendiarlos, zaherirlos y vituperarlos. ¿Acaso algunos funcionarios del régimen no perciben que, salvo los fanáticos, el venezolano rechaza que quienes circunstancialmente están en el poder y se sienten todopoderosos atropellen a otros conciudadanos solo porque no aceptamos el comunismo? ¿Son tan sectarios que no admiten que el 80 por ciento de la población no está de acuerdo con el fracasado modelo cubano? ¿Cómo pueden ser tan obcecados que no consultan las estadísticas de la economía castrista e insisten que los cubanos son expertos azucareros, cuando es el país con más bajos rendimientos?
Los cada vez menos seguidores del teniente coronel son en su mayoría compatriotas que tienen la esperanza de mejorar su calidad de vida en base al trabajo. No aprueban el asalto a la propiedad privada, ni las descalificaciones a quienes tienen más, siempre que perciban que es fruto del trabajo. No están de acuerdo con el pasado porque los gobernantes no los tomaron en cuenta salvo en época de elecciones, ni les dieron oportunidades para resolver conjuntamente problemas elementales como la vivienda y un trabajo digno. Salvo los malandros, que existen en todas las sociedades, el venezolano promedio es sano, solidario, amigable.
Los funcionarios que dirigen este proceso corrupto, inepto y antihistórico pretenden cambiar nuestros valores y sembrar odio entre nosotros. Son funcionarios perversos, encabezados por el inquilino de Miraflores, a quien quieren superar en las groserías que dirige a sus adversarios políticos y a quienes no concuerden con su proyecto totalitario. Escuchar las expresiones de un profesor universitario como Carlos Escarrá, a Cilia Flores, a José Vicente Rangel y a otros altos directivos del PSUV es igual que ver los programas de Mario Silva o de Nolia. Son discursos que sacan a relucir lo peor del ser humano.
Algunos denigradores utilizan la palabra valiéndose de los medios de comunicación del Estado. Tal el reciente caso en contra del cardenal Urosa, a quien desde aquí le expresamos nuestra solidaridad. Otros utilizan el poder que les otorga el ser funcionarios policiales, jueces o fiscales. Con gran descaro "siembran" supuestos explosivos en el apartamento de Alejandro Peña Esclusa e intimidan a su esposa y a sus menores hijas, y encarcelan al mencionado dirigente político para intentar silenciarlo y enviarnos un mensaje a quienes criticamos las violaciones a los derechos humanos. No lo lograrán, esta es una sociedad que no se doblegará ante el autócrata.
Como en botica: El Informe de Pdvsa al ministerio de Energía evidencia que la empresa tiene severas limitaciones de recursos humanos calificados, elevadas cuentas por pagar y por cobrar, alto endeudamiento y que las refinerías de El Palito, de Amuay y Cardón tienen muy baja operatividad. Siguen apareciendo alimentos podridos y no se responsabiliza a los principales responsables, a cuya cabeza está Rafael Ramírez. El Coro de Focas, integrado por el TSJ, Asamblea Nacional, Fiscalía y Defensoría del Pueblo, entre otros, avaló las descalificaciones a la Iglesia católica. ¡Qué pobreza de espíritu! ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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No(
