La conocida
mezzosoprano española
Teresa Berganza, que este miércoles ha sido investida doctora Honoris Causa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander (UIMP), nunca olvidará su accidentada intervención.
Berganza se encontraba en el atril, en pie, leyendo su discurso de investidura en presencia de Su Majestad la Reina
Doña Sofía, del presidente regional,
Miguel Ángel Revilla, el rector de la UIMP, Salvador Ordóñez, y otras autoridades del mundo político y académico, cuando un ligero humo blanquecino comenzó a brotar desde sus hojas.
Al principio nadie reparó en tan particular detalle, ni siquera la propia Teresa, hasta que un guardaespaldas se acercó a ella y la advirtió. Sorprendida, la artista sólo pudo alcanzar a decir: "¡Anda, si se ha quemado!". Y, efectivamente, los folios se habían prendido por culpa de la potente luz de la lamparita del atril.
Este hecho provocó el sobresalto primero y las risas después, al ver que el hecho no revestía gravedad. Al menos, no para poner en peligro la salud de nadie, pero sí para la Berganza, quien sin saber cómo se vio con parte de su texto chamuscado y sin tener muy claro cómo continuar.
No obstante, la cantante supo reaccionar con gran elegancia, cuando, tras varios momentos en los que tuvo que interrumpirse a sí misma para rebuscar entre los papeles la continuación del texto, se disculpó a los asistentes diciendo: "Pido perdón, lo mío es cantar y no hablar", lo que arrancó un cariñoso aplauso de todo el público.
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