Engalanada con los colores patrios, la
Reina Doña Sofía, representante de la Casa Real en la semifinal ante Alemania –con victoria final para el conjunto español por 1-0, merced a un tanto de
Puyol- se dirigió a los vestuarios para felicitar a los futbolistas tras hacer historia. Debió de coger de improviso a todos los miembros de la Selección, ya que las anécdotas se sucedieron una tras otra.
Sergio Ramos, atento al detalle, intentó retirar las botellas de Aquarius del vestuario para evitar que Doña Sofía pudiera tener un percance, mientras la misma felicitaba uno por uno a los héroes nacionales. Algunos jugadores, con el torso descubierto, trataron de hacer lo propio ante Su Majestad, que no es otra cosa que taparse, aunque una toalla no fuera la opción más adecuada.
Pero quizá, el momento culmen de la misma fue, una vez felicitados personalmente todos los jugadores, cuando apareció Puyol: con la toalla tapando sus partes más íntimas y ante las carcajadas y vítores –
¡Puyi, Puyi!– de sus compañeros. No era para menos: el defensa de la Pobla de Segur había realizado el único gol que metía a España en la final. Toda una pillada ‘real’.
La Reina tuvo palabras de agradecimiento de toda la Casa Real y de todos los españoles, calificando el hito como “maravilloso”. Después apareció
Del Bosque –alguien gritaba de fondo “¡siempre está en la sombra!”–, y se despidió de los futbolistas, que hoy son el orgullo de todo un país, “hasta la final de Johannesburgo”.
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