Sólo admitió dos preguntas
Rodríguez Zapatero en su comparecencia conjunta con el ex premier británico
Tony Blair -el mismo que le aconsejó que negociara con ETA en marzo, abril y mayo de 2007, después de que la banda le tirara abaja el párking de la T-4 de Barajas-, que le ha visitado en La Moncloa. Pero el presidente español habló de lo que quería hablar expresamente: de su 'victoria' en el Estatut de Cataluña.
De lo dicho por Zapatero se deduce que la sentencia le ha gustado -"es bueno que tengamos sentencia de manera definitiva, además deberíamos tener todos prudencia para hacer pronunciamientos"-, y que además le ha encantado porque, Zapatero dixit, "el estatuto es básicamente constitucional en su inmensa mayoría, por lo que garantiza el máximo autogobierno que Cataluña ha tenido en la historia dentro de la España constitucional".
Segundo, porque la sentencia del Tribunal Constitucional garantiza más del 90 % de los contenidos del Estatut que él mismo negoció mano a mano con
Artur Mas, y porque, ademas, "la sentencia demuestra que no había ningún riesgo para la unidad de España" y, sobre todo, porque "representa un reconocimiento de un alto autogobierno dentro del marco constitucional".
Tercero, porque, por si fuera poco, "es, ante todo, garantía, porque ya ninguna ley estatal o autonómica podrá cuestionar el respaldo que el Tribunal hace al autogobierno en Cataluña". Y porque, al igual que hubo quien dijo que en materia de financiación autonómica el Estatut era insolidaria, pero luego llegó la financiación, hubo acuerdo y "ha sido solidario y todas las comunidades están en el acuerdo", pues ahora tenemos sentencia, y "veremos que es el fin de todo un proceso de descentralización política dentro de la España constitucional y democrática".
Ahora bien, después de tanta autocomplacencia, apenas mención para todos los artículos que el Constitucional ha declarado inconstitucionales, ni tampoco para los que ha sometido a interpretación. Pero no hay problema para Zapatero: ha confirmado que va a recibir al molt honorable president
Montilla para, entre los dos, orillar la sentencia del Estatut y que el citado Estatut se aplique al cien por cien. Diga lo que diga el Constitucional:
"Por supuesto, voy a recibir al president Montilla" para "analizar la sentencia y, en su caso, si hubiera que tomar alguna iniciativa, para reforzar lo que es el esfuerzo de desarrollo del Estatuto que hemos hecho". Más claro, imposible.
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