Cuando llegue septiembre...

Dice un proverbio chino que "si te sientas en el camino, ponte enfrente a lo que has de andar y de espaldas a lo ya andado". A los chinos les pasa lo que al PSOE que siempre han sabido dar magníficos consejos que ellos nunca se han aplicado a sí mismos. Ahora que España ha conseguido clasificarse para los cuartos de final del Mundial de Fútbol, ahora que comenzamos a tener la moral por las nubes, debería ser el momento que el Gobierno de Zapatero  aprovechara para afrontar esas miles de reformas en el sistema que no se atreve a hacer. Han empezado con los salarios de los empleados públicos y los recortes en las pensiones y ahora tendrán que afrontar el mercado laboral y el propio sistema de pensiones que, tal y como funciona actualmente, dudo que aguante un lustro más. Dicen que hay un borrador circulando por ahí que contempla la pensión de jubilación atendiendo a toda la vida laboral y no sólo a los últimos quince años de trabajo. Sería lo lógico, pero mucho me temo que los sindicatos tampoco estén por la labor.

Y ahí es donde quería llegar. A los sindicatos cuya poca vergüenza raya en lo sublime no le parecen bien la soluciones que toma el Gobierno ni las que propone la oposición. Prefieren quedarse como están aunque España se vaya al carajo porque es lo que les da de comer y además bastante bien. Por contradictorio que parezca, nadie ha defendido mejor los derechos de los trabajadores que el antiguo sindicato vertical del régimen franquista. A ver quien era el guapo que entonces despedía a un empleado si una buena causa. Los de ahora no le llegan ni a la suela del zapato en lo que se refiere a protección laboral. Estos paniaguados a sueldo de la administración sólo sirven para encabezar manifestaciones folklóricas, de apoyo a regímenes dictatoriales o a jueces de dudosa honestidad. Sus liberados en los comités de empresa cobran como si fuesen expertos economistas y no la doblan ni por asomo. ¡Viva la dictadura del proletariado! Y, ya ven, programan para el 29 de septiembre la famosa huelga general a fin de que no les estropee las vacaciones a ninguno de sus dirigentes. ¿Cuándo se ha visto que las protestas por los recortes laborales y sociales que se han producido en junio, tenga una respuesta contundente en la calle tres meses después? No me extraña que el personal que no lleva la pegatina en el pecho de CC.OO. y UGT y la banderita republicana en la mano, haya tildado la huelga general como una gilipollez más de Toxo y Méndez. Visto lo visto en Madrid estos últimos días con la huelga salvaje del Metro, ya sabemos lo que nos espera. Aunque, parece claro que lo de Madrid sólo es para hacerle la puñeta a Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón. No creo yo que Méndez y Toxo se la formen de la misma manera a Zapatero el 29 de septiembre. Entre otras cosas porque no le interesa perder privilegios.

Pero no nos desviemos del asunto. Decía que hay que tocar madera para que España siga adelante en el Mundial y lleguemos a la final eliminando a la Argentina del impresentable Maradona. Y si se la ganamos al Brasil de Kaká y Dani Alves, miel sobre hojuelas. Con el veraneo en puertas y la copa del mundo de paseo por todo el territorio español, el futuro se contempla con otros ojos. Como dice el proverbio chino, hay que mirar el camino que nos queda por recorrer y no volver la vista atrás. No importan ya los sacrificios o si en lugar de poder irse con la familia quince días a la playa sólo se va una semanita al pueblo a casa de los abuelos, en plan "conejero" como dicen en mi ciudad. Lo importante es lo importante. Hay que aguantar como sea. Y, como cantaba una antigua canción, "cuando llegue septiembre  todo será maravilloso". O no.