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Zapatero V, el olvidadizo

Zapatero V, el olvidadizo

lunes 21 de junio de 2010, 14:29h

¿Podemos ser objetivos al enjuiciar a alguien? Es un juego difícil, especialmente si se trata de un político, espacio donde las emociones suelen convertirse en paranoias. Sin embargo, esta mañana, al salir de la ducha, me he propuesto substituir los ejercicios de yoga, por un ejercicio ‘sine irae’, como diría Tácito, y me he preguntado ¿quién es Zapatero V, el olvidadizo?

Lo de V va por su turno presidencial contando desde Suárez. Lo de olvidadizo ya lo contaremos. Su biografía no me ha resuelto gran cosa, pero sirve como telón de fondo. Nació en Valladolid el 4.8.60, es decir que dentro de un par de meses podrán felicitarle, por qué de sus primeros 50 años solo lleva 6 esforzándose en recibir el título de enemigo público, tal como lo describen algunos medios que, entre otras cosas han descubierto su parecido físico con Rowan Atkinson más conocido como Mr. Bean. También sé, que se caso con Sonsoles Espinosa, profesora de flauta y licenciada en Derecho, con la que ha procreado dos hijas con tendencias góticas, según informes recibidos de la Casa Blanca.

Que debe ser buena persona lo sé por Berlusconi que lo despidió diciendo que era "como un santo", adjetivo compartido en el Vaticano, dado que al siguiente día de su entrevista con Benedicto XVI se arrepintió de su proyecto de ley sobre libertad religiosa, a pesar de estar en su olvidado programa electoral.

Hemos demostrado que es bueno, pero además de bueno está cargado de buenas intenciones, no como los del PP que siempre van con un colmillo torcido y llenos de mala baba. A ver, ¿Quién tuvo la gallardía de retirar las tropas de Irak? ¿Quién ha logrado que los homosexuales puedan formar una família? ¿Y los papeles de Salamanca quién nos los ha devuelto? Y encima de todo esto se atrevió a criticar la intervención de Israel en el Líbano, a proponer una utópica Alianza de Civilizaciones, a fracasar con valentía en su diálogo con ETA, a pesar de la hipocresía del PP que en su día también lo hizo, o como los ingleses hicieron con el IRA, tal vez recordando a Carl von Clausewitz "La guerra solo es la continuación de la política por otros medios".

Pese a todos esos innegables méritos, sus enemigos lo atacan despiadadamente y van diciendo que tiene un carácter dubitativo, inseguro y especialmente olvidadizo. Duran Lleida se muestra despiadado, "es un cadáver político". Jordi Pujol lo desdeña, "actúa como un nuevo rico ignorante". Incluso se encuentran frases sorprendentes dentro de su mismo partido. El virrey en las sombras, Felipe González, lanza frases sibilinas, "rectificar es de sabios y de necios tener que hacerlo a diario...", o bien "es muy cargante ser optimista profesional’. Su ex ministro Jordi Sevilla le apuñala, "le falta valentía ante la crisis", como si no hubiese demostrado su coraje bajando sueldos, exterminando jubilados, subiendo impuestos a los de siempre y respetando a la oligarquía. Vaya ni John Wayne lo haría mejor. Para los amantes de interpretaciones entrelineas: José Blanco, en funciones de leal escudero dice: "ZP será candidato y las elecciones se celebrarán cuando toca", figura retórica que revela la inseguridad de lo afirmado.

Hay que reconocer que una crisis económica siempre desgasta a los gobernantes. Si a ello unimos que ha tenido que tomar medidas que pueden ir contra sus convicciones, parece lógico que se planteara dos salidas: dimitir por dignidad humillada, o como el listo alcalde de Barcelona, hacer dimitir a los otros y formar nuevo gobierno. Pero, parece que se ha olvidado de estas sencillas fórmulas. Ciertamente ZP olvida frecuentemente algunas nimiedades, como la Memoria Histórica, cuya víctima principal ha sido Garzón. Tampoco recuerda aquello de "daré soporte a la reforma de l’Estatut que apruebe el Parlament de Catalunya" a pesar de que fue aprobado por mayoría absoluta con 120 votos. Durante la Presidencia de la Unión Europea, pasó más desapercibido que un ectoplasma, pero solo por qué se olvidó que era el Presidente.

Pero si ser estadista significa ‘tomar decisiones difíciles y duras’ (palabra de Felipe G.), se ha olvidado de algunos elementos básicos para dar la talla:

-Desfacer la endogamia de las listas cerradas que alejan al ciudadano de una realpolitik y son una auténtica desvergüenza democrática.

-Modernizar España de una vez y acabar con su invertebración histórica mediante el Federalismo, dado que el PSOE, se define a sí mismo como partido federal.

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