El suceso ocurrió la del miércoles noche en la localidad de Nangahaan, situada en el distrito de Arghandab, y según el Ministerio afgano de Interior causó la muerte de 40 personas y heridas a otras 74, entre ellas varios niños, dijo a Efe una fuente policial.
"Ha sido un ataque suicida en una fiesta de boda. Cuando la gente estaba cenando (el suicida) se hizo estallar y causó esta catástrofe. Hemos enviado un equipo para investigar los hechos", aclaró a Efe el portavoz afgano de Interior, Zemarai Bashary.
En el lugar del ataque, un testigo dijo haber visto un coche que estalló en el recinto, donde, según la agencia afgana AIP, iba a casarse el hijo del jefe de una compañía de seguridad que presta servicio a los convoyes logísticos de las tropas extranjeras.
"Cuando estábamos comiendo, escuché una gran explosión y toda la boda se convirtió en sangre", relató a Efe desde Kandahar Rahmatullah, uno de los heridos en el atentado.
Varias de los víctimas se encuentran en estado crítico, reveló a Efe un doctor del hospital de Mirwais, en Kandahar, quien además añadió que la mayoría de los afectados son varones porque la explosión ocurrió en un área reservada para hombres.
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) afirmó horas después en un comunicado que sus fuerzas prestaron ayuda a los heridos, y que el ataque es una prueba de "las tácticas nauseabundas e indiscriminadas de los talibanes".
Sin embargo, un portavoz de la milicia insurgente negó a Efe que sus fuerzas tuvieran nada que ver con el ataque.
"No fue un ataque suicida y no estamos implicados. Lo condenamos. Fue un bombardeo aéreo perpetrado por las tropas extranjeras", mantuvo por teléfono el portavoz talibán Mohammed Yousif Ahmadi.
Las milicias insurgentes dieron por iniciada el pasado 10 de mayo una campaña denominada "Al-Faath" (Victoria), y desde entonces han protagonizado varios ataques de entidad contra bases de las tropas extranjeras desplegadas en Afganistán.