Gran encierro de Palha, con un bicorne de premio, y El Torreón
San Isidro (23ª). Toros encastados y oreja de torero bravo para Robleño
viernes 28 de mayo de 2010, 10:12h
Un espectáculo de los que te reconcilian con la Fiesta y su autenticidad. Toros encastados -de Palha y los remiendos de El Torreón- en diverso grado, un coletudo tan encastado como ellos, Fernando Robleño, que arranca una oreja; dos que lo intentan y no son capaces, Millán y Corpas; un subalterno valentísimos y que siente su profesión, Carlos Casanova... un espectáculo de los que te reconcilian con la Fiesta. Y olé.
No fue la utopía, pero sí la verdad eterna de la Fiesta: un hombre con corazón y técnica burlando con clasicismo las embestidas de un toro/toro de verdad de la buena. El hombre, ese pequeño gran coletudo, tan maltratado en los despachos, que se llama Fernando Robleño. El bicorne, un 'colorao' chorreado de El Torreón que se llamaba 'Bonoloto', en el que quizás el nombrecito sea lo único -pero nada importante- que desentona.
El suceso aconteció en el quinto de una tarde plena de sucesos táuricos. De las que te suben la moral entre tanto desafuero, de las que llegas a casa y largas compulsivamente lo visto y sentido. El bicho derrochaba casta y nobleza, aunque su carifosca cabeza no siempre humillaba, sobre todo por la guadaña izquierda, en la que la labor de Robleño bajó.
Pero, a base de paciencia y pisando terrenos inverosímiles junto a tablas -quizás el burel necesitaba terrenos más abiertos y mayor distancia- la muletilla de Robleño le extrajo buenas series en redondo con esa muletilla de juguete -con la del desaparecido Ponce y otros como Perera se sacarían miles de las del San Fernando de Henares- pero poderosa y firme. El coletudo se atracó con la espada, que quedó algo desprendida y hubo algunas protestas al trofeo.
Asomarse al balcón
Fue lo más profesional en los méritos de los coletudos, sin olvidar cómo se 'asomó al balcón', con un par, por dos veces Carlos Casanova en el cuarto tras ser volteado y empitonado -sin daño, por auténtico milagro- y su compañero Jesús Arruga, haciendo el tercio de la feria. Lástima que su jefe Jesús Millán, que lo intentó, se viera desbordado por la casta problemática pero no intoreable de sus dos'palhas'.
Y el toro de la Feria, hasta ahora, es 'Lezirio', que a su condición encastadísima añadió un derroche de bravura y largo viaje. Mas el nada placeado -¿cómo se le ocurre a la empresa ponerlo en estas condiciones, cómo?- Corpas, que se fue a portagayola en una inmejorable declaración de intenciones, fracasó rotundamente. Y tampoco brilló con su otro enemigo, de 'El Torreón', de similar condición al ya citado 'Bonoloto', que le tocó -y disculpen el facilongo juego de palabras- a Robleño.
Ficha del festejo
Toros de PALHA, con trapío pero desiguales de presentación; encastados y3º bravo. 5º y 6º de EL TORREÓN, muy bien presentados,encastados y noblotes.JESÚS MILLÁN:..silencio; silencio. FERNANDO ROBLEÑO:.pitos; oreja. FRANCISCO JAVIER CORPAS: .bronca; silencio. Plaza de Las Ventas, 28 de mayo. 23ª de feria. Lleno