Pizango quiere retomar en Lima la presidencia de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, con la esperanza de que las autoridades peruanas cambien la orden de detención en su contra por una de comparecencia ante los tribunales.
El líder indígena, sobre quien pesan cargos por sedición, conspiración y rebelión, viajó a las 7:25 a.m. de Nicaragua (8a.m. hora peruana) con destino a Lima, previa escala en Ciudad de Panamá.
El canciller peruano, José Antonio García Belaunde, dijo que Pizango “tiene demandas judiciales y tendrá que responder como cualquier ciudadano peruano” al tiempo que rechazó comentarios del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, sobre que el líder indígena corre peligro en Perú.
Pizango llegó en junio del año pasado a Managua, donde recibió asilo político después de encabezar violentas protestas que dejaron decenas de muertos contra una ley de inversiones, que los indígenas consideran una amenaza para sus territorios en la Amazonía, ricos en recursos naturales.
La ciudad de Bagua fue centro de un cruento enfrentamiento que entre el 5 y el 6 de junio del 2009 dejó 33 muertos, entre policías e indígenas, así como un policía desaparecido, en la peor protesta contra el Gobierno del presidente Alan García.
Luego de los disturbios, las autoridades judiciales peruanas dictaron a Pizango orden de detención por varios delitos, entre ellos el de secuestro y sedición, y por incitar esos disturbios.