Ha habido muchas cosas mal hechas a la hora de lanzar el último decreto, el que prohíbe que los ayuntamientos se puedan endeudar a partir de 2011 y hasta 2012. Pero lo peor de todo, estando ya claro que el Gobierno tuvo que rectificar ante una rebelión de los alcaldes de todo el país, es que se camufló de error humano en su publicación en el BOE. Una fecha mal colocada, ya que se ha retrasado su entrada en vigor hasta el 1 de enero de 2011. Y para rematar la faena, la actitud de
Salgado.
Las palabras y cómo las ha pronunciado la vicepresidenta económica han sido muy desafortunadas. No se puede despachar este asunto del BOE diciendo que es un error tipográfico sin más, cuando todos ya sabían, a las horas que comentó esta noticia, que
Pedro Castro, socialista y presidente de la FEMP, había dejado claro que convencieron a
Zapatero de que rectificara. Da la impresión de que, a veces, a los medios y a los ciudadanos nos toman por tontos, sobre todo cuando la desmienten hasta unos correligionarios, como Pedro Castro, que demostró, por cierto, sus poderes. Y una más: la sensación de debilidad que da el Gobierno, viendo que cualquier institución -como fue la Federación de Municipios- puede cambiar un BOE en cuestión de horas...