jueves 13 de mayo de 2010, 21:59h
No salimos de la movilización indígena y ya se advierten días muy movidos en Quito y en otras ciudades ecuatorianas. En la Asamblea Nacional se abre un nuevo frente de polémica con el debate del proyecto de Ley de Educación Superior al ser entregado un informe de mayoría de PAIS, ADE y socialistas.
El Movimiento Popular Democrático advierte desde ya movilizaciones a nivel nacional de estudiantes universitarios, a partir de la próxima semana.
Mientras el presidente de la comisión legislativa encargada de analizar esta ley, Raúl Abad, del partido de Gobierno, ha asegurado que el proyecto cuenta con el consenso y aprobación de estudiantes y profesores universitarios, aunque también reconoce que hay ciertos puntos en los que todavía se discrepa.
En el MPD se sostiene que la ley recoge aspiraciones del sector en lo que respecta al cogobierno, así como la permanencia del fondo para el financiamiento de las universidades, pero hay otros artículos a los que se oponen porque consideran que le da potestad al Presidente de la República de decidir sobre la conformación del Consejo de Educación Superior y del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Educación Superior.
Estas nuevas movilizaciones convulsionarán más a muchos sectores de la población, que ven con impotencia cómo se los perjudica día a día en su derecho al trabajo, a producir y vivir en un ambiente de paz, armonía y desarrollo.
Nuestros hijos se están acostumbrando a ver, como una forma de protesta normal, el quemar llantas, tirar piedras, cerrar vías y asumir que esas acciones están amparadas en la democracia.
Como ciudadanos debemos reflexionar si esta forma de reclamar es la única manera de llegar a conseguir objetivos.