Estos recortes supondrán un ahorro de 16 millones de euros, lo que ha sido visto como una cantidad 'ridícula'. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta
Fernández de la Vega enmarcó el plan en las medidas de “austeridad y eficacia” diseñadas frente a la crisis por un Gobierno que, dijo, actúa “con rigor, decisión y responsabilidad”.
Sin tanta pompa, la ministra de Economía,
Elena Salgado, admitió por su parte que los 16 millones de ahorro “no son la variable más importante”, y sí el objetivo de mejorar la eficiencia y la eficacia en la Administración y sus empresas.
Suspenso global
El líder del PP,
Mariano Rajoy, tildó la decisión del Gobierno de reducir altos cargos como una “medida aislada” y la comparó con la de “quitar al director de la Agencia Tributaria en medio de la campaña de la Renta”. “Hay que presentar un plan global, no una medida cada media hora, porque eso no sirve para nada”, añadió. El Gobierno, dijo, debe extraer lecciones de la grave situación que atraviesa Grecia, y abogó por emprender reformas de calado y atajar el déficit público.
Desde CiU, su portavoz en el Congreso,
Duran Lleida, denunció que el Ejecutivo es “incapaz” de hacer reformas ni de generar confianza.
Gaspar Llamazares, de IU, tildó la iniciativa de “chocolate del loro y maniobra de distracción”.
Joan Ridao, de ERC, también consideró insuficiente la reducción de altos cargos e instó al Gobierno a someterse a una auténtica “operación bikini” que incluya la supresión de cuatro ministerios.
EL PAÍS habla del “escaso recorte” de altos cargos que “sólo” ahorra 16 millones. EL MUNDO tilda la medida de “operación maquillaje”. “El Gobierno admite que la ‘poda’ de altos cargos sólo ahorrará 16 millones al año”, titula ABC. Según EL PERIÓDICO, el Ejecutivo “desoye la presión para tomar medidas contundentes”, mientras que para LA VANGUARDIA el Gobierno “defrauda” con un recorte de cargos de “bajo nivel”. Un “recorte ‘light’”, lo califica LA RAZÓN.
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