El río Manzanares, sus puentes históricos y modernos, y los edificios del Matadero y del Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi se iluminaron este sábado a partir de las 22.00 horas, para convertirse, gracias a la luz, en la nueva fachada de Madrid, en un acto que el Ayuntamiento pretende que permita identificar a la capital a nivel nacional e internacional.
El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, asistió al espectáculo de luz, que ha sido diseñado por uno de los más prestigiosos profesionales en este campo, el francés Alain Guilhot, que tiene una acreditada experiencia en este tipo de trabajos, que incluyen el Museo Hermitage de San Petersburgo, el Palacio Real de Bahrein, las torres Petronas de Kuala Lumpur o la Torre de las Perlas de Shangai, entre otros muchos.
Las iluminaciones se sitúan en tres ámbitos concretos. El de los elementos arquitectónicos incluye los puentes históricos del Rey, de Segovia y de Toledo, cuyo tratamiento lumínico consiste en bañar con luz de color azul sus bóvedas, lo que refuerza la visión nocturna y permite la visualización del río durante la noche mediante los reflejos que la luz producen en el agua.
Con este objetivo, en el puente del Rey se han instalado 16 proyectores, en el de Segovia 36 proyectores y en el puente de Toledo otros 36. También se incluyen dentro de estos elementos los puentes modernos, concretamente los de San Isidro, Praga y la Princesa. A todos se les ha dado un tratamiento uniforme y minimalista mediante la colocación de una línea de luz azul a ambos lados, como expresión física y simbólica de un puente. Entre los tres puentes modernos esa línea azul alcanza 900 metros de longitud.
Además, el artista galo ha prestado una especial atención a los edificios singulares del entorno, como el Matadero y el antiguo Mercado de Frutas y Verduras. En el Matadero, la iluminación realza su arquitectura industrial de estilo neomudéjar mediante el juego de luz y sombra. Las diferentes tonalidades de luz del interior y el exterior, y los cambios de color que se operan dentro del edificio, destacan su volumetría y su belleza.
La iluminación del conjunto de edificios del Matadero se ha realizado con 116 proyectores de distintos tipos. Mientras, a los 170 metros de fachada del antiguo Mercado de Frutas y Verduras que dan al río, se les ha dado un baño de color con luz dinámica, con cambios cromáticos que evocan el movimiento y el bullicio que caracterizaba a la antigua actividad en el edificio, utilizando para ello 312 tubos fluorescentes de color de 1,50 metros.
De manera progresiva se van a incorporar a esta iniciativa las cinco presas situadas a lo largo del río para destacar sus volúmenes mediante tonos blancos y azules. Este proceso se ha iniciado con la iluminación de una de estas presas, la situada a la altura de la avenida de Portugal, que incorpora 44 tubos fluorescentes, 8 proyectores y 68 metros de hilo luminoso.
Luciérnagas parpadeantes
El segundo gran ámbito de actuación de este proceso de iluminación es el propio río Manzanares, cuyo cauce tiene un carácter vertebrador realzado mediante el balizamiento de sus orillas con puntos de luz solar. Así, se instalarán luciérnagas parpadeantes en las dos márgenes, definiendo un hilo conductor formado por 9.000 unidades a lo largo de cinco kilómetros. Hasta la fecha ya se han colocado 5.000 y el resto se colocarán a medida que finalicen las obras del cajero del río.
Además, y de forma dispersa a lo largo de la ribera, se colocarán otras 1.000 unidades de luciérnagas fijas e intermitentes. La iluminación de los elementos arquitectónicos y del trazado del río se complementa con un tercer elemento, que el autor del proyecto denomina 'Flores de Loto'. Tienen forma de tambor, dos metros de alto y 13,50 de diámetro y florecerán por la noche.
De las 30 flores que se prevé instalar, 25 de ellas tienen en el centro un proyector con luz blanca que traza el cielo con su movimiento. Serán visibles a varios kilómetros de distancia y se encenderán en ocasiones especiales. Por ahora se han instalado siete flores de loto y las restantes se colocarán de forma progresiva.
La iluminación del río responde a criterios estéticos, pero también de sostenibilidad y eficiencia energética. Para evitar la contaminación lumínica, el haz luminoso que proyecta la luminaria se ha limitado, siempre que ha sido posible, a la superficie específica a iluminar y minimizando el flujo luminoso fuera de ella.
Paralelamente, para garantizar la eficiencia energética, se han utilizado los sistemas tecnológicamente más avanzados y sostenibles. Es el caso de los 10.000 puntos de luz dotados de lámpara led y célula fotovoltaica que se instalarán a lo largo del río y de su ribera, ya que la energía consumida tiene un coste cero: cargan la batería durante el día y funcionan durante la noche sin necesidad de conexión a la red eléctrica.
Horario
Las instalaciones funcionarán con diferente horario según la estación del año. Así, la iluminación ornamental (puentes, edificios y luz de las flores de loto) funcionará entre la hora del anochecer y las doce de la noche. Mientras, la iluminación dinámica (proyectores en flores de loto dirigidos hacia el cielo) tendrá un horario de 23.00 a 23.10 horas en primavera y verano y de 22.00 a 22.10 horas en otoño e invierno. Por su parte, la iluminación fotovoltaica (leds Y luciérnagas) estará encendida desde el ocaso hasta que se agote su energía, que puede durar entre cinco y seis horas.