Noriega enfrenta un proceso por lavado de dinero del narcotráfico después de cumplir 17 años de reclusión en Estados Unidos, que justificó su cruenta invasión al Istmo en 1989 para derrocarlo.
Todavía no ha sido fijada la fecha del juicio y mientras tanto, el ex militar fue llevado a la prisión La Santé de París, como consecuencia de la decisión del juez de Libertades y Detención, Jean Michel Matthon.
El 1 de julio de 1999, el Tribunal Correccional de París lo sentenció en ausencia a 10 años de cárcel por lavado de dinero del narcotráfico, principalmente en inversiones inmobiliarias, además del pago de 11,2 millones de euros.
La víspera, Noriega pidió ser repatriado a Panamá en apego a la Convención de Ginebra como prisionero de guerra, durante una audiencia en el Palacio de Justicia de esta capital.
Según la justicia francesa, el ex militar fue hallado culpable de lavado de activos por varios millones de euros, que se presume procedían del cartel de la droga en Medellín (Colombia), a través del Banco de Crédito y Comercio Internacional, básicamente.
Leberquier reiteró que su defendido no puede ser procesado por la justicia francesa a causa de la prescripción de los hechos y su inmunidad como ex jefe de Estado.