En un encuentro con la prensa en la sede de la ONU,
De la Vega respondió que la postura del Gobierno en torno a este asunto es muy clara: respeto absoluto a los ciudadanos que se manifiestan, a los procedimientos judiciales y la presunción de inocencia. El problema, dijo, es que en el PP “solo respetan a policías, jueces, fiscales y ciudadanos cuando sus posturas le son favorables o cuando actúan contra los que ellos consideran que son sus adversarios”.
La vicepresidenta fue tajante y dijo que el Gobierno respeta tanto a los que se manifiestan a favor del juez
Garzón como lo que lo hacen en contra, porque respeta el debate social aunque no interviene en él, “como no podía ser de otra manera”. Pero al mismo tiempo lanzó los dardos al PP afirmando que en el principal partido de la oposición “no es precisamente nuevo en esto de salir a la calle” para protestar contra las decisiones de los jueces.
“Les diría que se serenen y que se tranquilicen”, criticó De la Vega, quien lamentó que desde el PP se hayan lanzado acusaciones “tan graves” en los últimos días. “Para hacerlo hay que tener un poco de memoria y menos doble rasero”, remachó la vicepresidente, que exigió mayor responsabilidad a la oposición y el máximo respeto a las instituciones. En todo caso, la democracia española es lo suficientemente fuerte como para resistir ataques interesados”.
España es una democracia consolidada, que ha hecho una transición, y que apoya y reconoce la memoria de las víctimas, añadió De la Vega, quien concluyó que el PP no puede dar lecciones de democracia. “Ni una, ni a los ciudadanos ni al gobierno. La democracia no es a la carta, no es patrimonio exclusivo del Partido Popular La democracia no pertenece a nadie, es de todos y para todos”.
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