En una declaración del obispo (difundida por la oficina de prensa del Vaticano) sostiene que: "Cuando todavía era un simple sacerdote y durante un cierto tiempo al comienzo de mi Episcopado he abusado sexualmente de un joven de un ambiente próximo. La víctima aún sigue marcada. Durante los últimos decenios he reconocido varias veces mi culpa ante él y ante su familia, y he pedido perdón. Pero esto no lo ha tranquilizado. Y yo tampoco lo estoy".
El obispo pederasta añade en su declaración que "la tempestad mediática de estas últimas semanas ha reforzado el trauma" de la persona de la que abusó y que “no es posible continuar con esta situación". "Lamento profundamente lo que he hecho y presento mis excusas mas sinceras a la víctima, a su familia, a toda la comunidad católica y a la sociedad en general".
James Moriarty, obispo de la diócesis irlandesa de Kildare; Walter Mixa, obispo de Augsburgo, y John Favalora, arzobispo de Miami también han renunciado en los últimos días a sus cargos.