En los últimos cinco días, la noticia predominante, la que sería el código alfa si se tratase del reino animal, es la erupción del volcán islandés y su repercusión en la navegación aérea en toda Europa y en una buena parte del mundo. Las dos imágenes de ese episodio de la actualidad que aún persisten son éstas: una descomunal columna de humo y ceniza procedente de un cráter lejano, y escenas de espera y desesperación en los aeropuertos debido a las cancelaciones de la mayor parte de los vuelos.
Hay mil episodios relacionados con éste, como el imposible viaje de muchos mandatarios al funeral del presidente polaco y de su esposa y de sus más cercanos colaboradores, o el viaje del Barça en autobús hasta Milán, o los recursos alternativos -ferrocarril, autobuses, automóviles sin conductor o taxi- para remediar la emergencia.
Queremos fijarnos en otro hecho, a otro "daño colateral" de este episodio: debido a la prohibición de vuelos en Europa, muchos trasplantes de órganos, programados en distintos hospitales, no se pudieron realizar, debido a que los tejidos, que iban a ser transportados por vía aérea, no llegaron a su destino. Pacientes pendientes de un corazón o de un hígado o de un riñón también seguían las noticias aéreas desde sus habitaciones de hospital. Esperemos que vuelva la normalidad al cielo de Europa, y que estos aplazamientos no hayan costado vidas humanas. Pero también reflexionamos sobre esa interconexión universal que se produce en los trasplantes de órganos, para los que hay solidaridad y no hay fronteras.
Y un asunto muy distinto, referido a Sonsoles Espinosa, esposa del presidente Rodríguez Zapatero, y sobre quien la revista Vanity Fair realiza no una entrevista convencional, puesto que no hay preguntas y respuestas a la protagonista, sino una amplia semblanza a través de los testimonios de personas de su entorno y de su confianza. Nos fijamos en dos hechos:
Primero: Sonsoles Espinosa se siente en Madrid "enjaulada" y como "en una sartén hirviendo" , y añora la tranquilidad y el anonimato en su León natal. Por cierto, que está contribuyendo a que el ministerio de Cultura aporte algún dinero para el nuevo órgano de la catedral leonesa.
Y segundo: Se desmienten los rumores, filtrados hace unas semanas, de que influirá en su marido, en el presidente Zapatero, para que deje de ser candidato del PSOE a la presidencia en las elecciones generales de 2012. Según su entorno, Sonsoles Espinosa es respetuosa y consciente y solidaria con lo que Rodríguez Zapatero decida, y es una persona discreta. Las que decidirán sobre el futuro político de Zapatero, lo mismo que el de Rajoy, serán las urnas…