En un artículo escrito en su
blog, titulado 'La Nación exclusiva y excluyente de los no-nacionalistas',
Erkoreka recordó que la prensa ha vuelto a informar, "por enésima vez, del fracaso cosechado por el ponente que tenía encomendada la tarea de redactar la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut".
Tras señalar que, al parecer, uno de los principales obstáculos que han impedido el acuerdo tiene que ver con la consideración de Cataluña como "nación", el portavoz del Grupo Vasco consideró que el texto estatutario "es particularmente modesto y sobrio" en esta cuestión.
"Pese a que su texto es, en general, prolijo y bastante ampuloso, como el capítulo relativo a los derechos o el que registra las competencias que asume la Comunidad, las referencias al carácter nacional de Cataluña son más bien pocas y recatadas", aseveró.
En este sentido, subrayó que el preámbulo "se limita a constatar un hecho histórico incontrovertible: que el Parlament 'ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación', y el artículo 8 establece que los 'símbolos nacionales' de Cataluña son la bandera, la fiesta y el himno".
Una única nación
No obstante, apuntó que "en el Tribunal Constitucional desarrollan su encomienda gentes con una sensibilidad patriótica española tan sensible, que no pueden tolerar semejante afrenta". "Y una de dos: o exigen la explícita declaración de inconstitucionalidad de esas referencias, o demandan la inclusión en la sentencia de una declaración inequívoca en la que se afirme que la única nación, la que incorpora a su ser los atributos de la indivisibilidad y la indisolubilidad, es España", señaló.
El representante jeltzale manifestó que "los redactores del Estatut en ningún momento pretendieron reservar en exclusiva para Cataluña la cualidad de nación", sino que "se limitaron a reivindicar tenuemente su vocación nacional, con mucho tiento, sin provocar, sin incomodar a nadie".
"Pero ni así han tenido éxito. Y no lo han tenido porque, frente a ellos, se encuentran quienes consideran que el título de nación corresponde a España con carácter exclusivo y excluyente. El apelativo de Nación constituye un monopolio que sólo puede ser invocado por España y exhibido con orgullo por los patriotas que la sienten como propia", indicó.
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