Iker Casillas está atravesando por uno de sus momentos más duros a nivel profesional. Después de que, hace unas semanas, le dieran un toque de atención -según informa el diario deportivo Sport- por su falta de concentración en el campo el pasado sábado, en el partido contra el Barça, la cosa no fue mucho mejor.
Después de la derrota, Iker sólo buscaba el apoyo y el consuelo en los brazos de Sara, quien en todo momento se mostró muy cariñosa con el portero. Más tiernos que nunca, la pareja salió de un restaurante fundiéndose en un emotivo abrazo, tal y como captaron las cámaras de Europa Press.
Sara, que siempre se había mostrado más fría y esquiva que Iker, demostró que, poco a poco, se está rindiendo a los encantos del portero del club merengue. Sara no dejó de sonreir en los brazos de Iker, dando fe de que su relación va viento en popa.
Después de un tranquila velada, la pareja decidió trasladarse a casa Casillas para pasar la noche. Ya es frecuente ver a uno en casa del otro, pero esta vez fue la periodista quien no quiso dejar a Iker solo después de la derrota de su equipo.