El ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, salpicado gravemente por el sumario del 'caso Gürtel' tenía las 'horas contadas', como contábamos el miércoles. Mariano Rajoy ha movido ficha en su contra incluso antes de lo que se esperaba, ya que se suponía que la decisión se retrasaría unos días más.
Rajoy se ha mantenido hasta ahora alejado de los periodistas con una agenda distante de cualquier pregunta comprometida, sin embargo entre bambalinas se estaba ultimando medidas contra Bárcenas que podrían incluir el hecho de dejar de pagar su abogado en el caso y eliminar su despacho en Génova.
Los despachos de la calle Génova bullían el martes tras el levantamiento del secreto del sumario del caso Gürtel. Rajoy convocaba una ‘mini cumbre’ de urgencia para analizar su contenido a la que asistió, además del núcleo duro del la dirección, el responsable de Justicia del PP,
Federico Trillo, que es quien está ‘destripando’ el sumario para ver su alcance político. Y, vista la respuesta que al unísono están dando los dirigentes populares que hasta ahora han sido entrevistados, la estrategia recomendada por Trillo es insistir en que “no hay nada nuevo a lo ya conocido”, ni indicios de financiación ilegal, ni nada que obligue a Rajoy a actuar de momento contra
Bárcenas.
Pero no todos piensan igual. Rajoy va a tener que aguantar muchas presiones para que 'mueva ficha'. Las fuentes consultadas por este diario creen que la mayoría de los diputados y muchos dirigentes del partido están “perplejos” ante lo que está ocurriendo y con la “respuesta oficial” que se está dando.
Rajoy se la juega
En opinión de las fuentes consultadas, Rajoy con este asunto "se la jugaba" porque los casos de corrupción y su timorata respuesta puede desbaratar los planes del líder justo cuando los ciudadanos empezaban a percibir que el PP podía arreglar el desaguisado económico que ha dejado
Zapatero y se vislumbra la posibilidad de que el partido gane las próximas elecciones, como apuntan todas las encuestas. Por eso creían que Rajoy debía actuar con diligencia y mano durísima porque “los ciudadanos van a ver en ese mensaje cómo se comportaría al frente del Gobierno”.
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Mantiene, sin embargo, el escaño en el Senado, lo que originaba más polémica
Si (
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