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El Osasuna se queda fuera de la fiesta

Finalísima española para la UEFA: Sevilla-Espanyol

Finalísima española para la UEFA: Sevilla-Espanyol

jueves 03 de mayo de 2007, 15:31h

Los andaluces sellaron su pase a la final con un 2-0 frente a Osasuna; el Espanyol, por 1-2 frente al Werder Bremen.

El Sevilla, que fue superior durante la mayor parte del choque, venció hoy a Osasuna (2-0) en la vuelta de semifinales de la Copa de la UEFA y selló así el pase a su segunda final consecutiva de una competición de la que es el vigente campeón y que, en esta ocasión, disputará en Glasgow ante el Espanyol, que también se deshizo del Werder Bremen.

   En el once local destacó de entrada la presencia de Adriano como lateral zurdo y la ausencia de Navas en la derecha, mientras Osasuna, que partía con el 1-0 de la ida de ventaja, ponía en liza el equipo esperado, con Webó en lugar del sancionado Soldado en punta, y con un juego basado en el control del centro del campo, que pronto se tradujo en un claro dominio territorial.

   Sin embargo, la primera oportunidad clara (min. 14) fue para el Sevilla en botas de Luis Fabiano que, tras un buen control, envió un balón franco a las nubes. Pero los nervionenses despertaron y, a continuación, fue Puerta el que volvió a tirar alto, en una acción a partir de la cual el control pasó al lado sevillista, como se comprobó a los 20 minutos, cuando Izquierdo le tuvo que quitar el gol del pie a Kanouté.

   Osasuna sólo volvió a asustar a su rival en una acción similar a la anterior en el área contraria, que evitó Renato. Así las cosas, lo peor para el Sevilla fue la lesión fortuita de Adriano, que dejaba a los blanquirrojos mermados en la banda izquierda, donde ahora entró Duda.

   El portugués, en su primera intervención, puso el cuero sobre el punto de penalti, donde Cuéllar, providencial, despejó ante Luis Fabiano. La iniciativa, pues, era del Sevilla, pero Osasuna, muy firme atrás, no le perdía la cara al partido, con David López amenazando los dominios de Palop.

   Entonces apareció un jugador que siempre da la talla para su equipo en las grandes citas, porque en el minuto 36 Luis Fabiano peleaba el esférico en boca de gol, se lo llevaba ante dos defensas y batía al meta Ricardo por bajo, empatando la eliminatoria, que a punto estuvo Kanouté de desnivelar poco después, en un testarazo que salvó Ricardo.

   La primera parte terminó con Osasuna embotellado en su área y dando la sensación de ser incapaz de sobreponerse a la superioridad adversaria. Y el Sevilla, desde luego, no estaba dispuesto a darle facilidades, porque nada más arrancar el segundo periodo Renato primero y Kanouté después lanzaban sendos obuses sobre el marco rojillo con tremendo peligro. Aún así, los de 'Cuco' Ziganda se estiraron y Webó pudo empatar, aunque chutó alto con toda la portería para él.

   Fue el momento decisivo del partido. Porque en la siguiente jugada Alves centraba y Renato, con la puntera, elevaba el 2-0 al luminoso y sentenciaba, de paso, la eliminatoria. Tarde, demasiado tarde, Osasuna recordó los problemas del Sevilla a balón parado, y Webó estrellaba la pelota en el palo a la salida de un córner. Con su esquema inutilizado, Ziganda metió a otro delantero, Valdo, en lugar de Puñal.

   Pero todo estaba ya sentenciado y el resto del partido fue tan sólo un pasar de los minutos entre la impotencia osasunista, que buscaba con más corazón que cabeza el gol salvador, y la intranquilidad de un Sevilla que no remataba la faena, pero que, a la postre, no necesitó de ello.

Werder Bremen - RCD Espanyol, 1-2

   Por su parte, el Espanyol se clasificó ante el Werder Bremen por un 5-1 global para la final de la Copa de la UEFA, la segunda de su historia, en un partido en que pasó del sufrimiento en la primera parte, en la que encajó gol nada más comenzar, a la gloria en el segundo tiempo.

 El cuadro barcelonés jugó con el miedo en el cuerpo durante la primera parte en Bremen, aunque se vio beneficiado por la expulsión de Klose a los 20 minutos y encontró la calma y el acierto en la segunda, en la que Coro y Lacruz le dieron la vuelta al partido.

   Durante 50 minutos, hasta el tanto de Coro, el hombre de los goles importantes, se agigantó el fantasma de la final de Leverkusen en 1988, la única del Espanyol hasta este año, en que desperdició un 3-0 como el que obtuvo la semana pasada en Montjuïc para viajar a Bremen.

   El partido se convirtió en un suplicio para los 'pericos' nada más empezar, a los cuatro minutos encajó un gol de Hugo Almeida tras una serie de rechaces y una salida tardía de Gorka, un tanto que dio vida a los alemanes y ante el que no hubo reacción del Espanyol.

   Los blanquiazules no fueron capaces de dar tres pases seguidos en casi todo el primer tiempo, aturdidos por el golpe inicial del rival y por la presión del Weserstadion, y eso que la noche se le pudo poner mucho peor de no haber sido por la expulsión de Klose.

   Fue una decisión rigurosa, pero el veterano internacional alemán se ganó la segunda amarilla por simular una caída en un lateral del área y al árbitro francés Layec no le faltó valor para mostrarle la roja cuando sólo se habían disputado 20 minutos de partido.

   Sin embargo, tampoco así se tranquilizó el Espanyol. El Werder mantuvo el control del balón y siguió rondando el área de Gorka, aunque sin llegar a crear ocasiones claras, mientras Valverde se desesperaba en la banda viendo el despropósito de su equipo.

   Solamente dos veces se acercó el Espanyol a la portería de Rienke en el primer tiempo, pero sin llegar a lanzar entre los tres palos. En el minuto 24 Zabaleta buscó el gol en un lanzamiento lejano que salió fuera y, ya en el 38, Tamudo forzó un saque de esquina.

   En la segunda parte, Schaaf se la jugó con la entrada de un delantero por un defensa, Schindler por Owomoyela, una apuesta arriesgada que dejaba sólo tres hombres atrás, y de nuevo llegaron los sustos para Gorka en otro arranque intenso de los locales.

Coro, una vez más el de los goles decisivos

   Pero entonces apareció la efectividad que ha caracterizado al Espanyol esta temporada en Europa. En su primera ocasión, marcó y prácticamente liquidó la eliminatoria, pues obligaba al Werder a tener que marcar cuatro goles más para poder clasificarse.

   Fue Ferran Corominas, que se reivindicó una noche más como el hombre de los goles importantes, el que salvó al Espanyol del descenso el año pasado, que marcó en la final de Copa del Rey y que firmó el tercero ante los alemanes en Montjuïc.

   Coro, beneficiado esta vez por un regalo del portero Rienke, marcó casi a puerta vacía en el minuto 50 tras un rechace fallido del meta alemán a un centro de Riera desde la banda izquierda en la mejor -y casi única- jugada colectiva del Espanyol hasta ese momento.

   El gol del jugador de Banyoles espantó definitivamente el fantasma de la final de Leverkusen y hundió al equipo alemán, al que Lacruz acabó de echar del partido marcando el 1-2 diez minutos después, de cabeza en el segundo palo aprovechando otro error de Rienke.

   Con el duelo ya resuelto, Bremen asistió a la fiesta más esperada por el españolismo y Valverde empezó a pensar en la final de Glasgow al reservar a algunos jugadores con riesgo de sanción, como Zabaleta y Riera, y dio la oportunidad a los jóvenes Angel y Julián.

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