Con esto de la sentencia del estatut yo no me creo nada. Han sido tantas las veces que se han puesto fechas, que cuando llegaron fueron desmentidas por los propios acontecimientos, que prefiero esperar y ver. Ha habido rumores de todo tipo, filtraciones interesadas incluso los más osados se han atrevido a darle forma al resultado final. Han pasado cuatro años desde que se iniciara este conflicto- que se ha llevado por delante el poco prestigio que le quedaba al Constitucional -que a estas alturas, la famosa sentencia se ha convertido en una especia de "mantra" que se repite cansinamente cada cierto tiempo y siempre ¡qué casualidad! cuando hay unas vacaciones a la vista.
Versiones las hay ahora para todos los gustos: desde que se ha alcanzado un acuerdo de mínimos entre los magistrados del grupo progresista- con el apoyo del voto de calidad de la presidenta- a que han sido tres magistrados del grupo conservador, con otros tres del otro lado, los que han conseguido llegar a un acuerdo para considerar ajustada a la ley la mayor parte del polémico Estatuto. Lo que esta claro es que sea cual sea la resolución ya llega mal y tarde.
Mal porque se ha consentido que la Carta Magna sea reformada por la puerta de atrás, y tarde porque a estas alturas ,con las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina, todos intentaran pescar a río revuelto y no veo cual va a ser la ganancia de los pescadores.
Creo que con este texto perdemos todos por igual, porque es imposible desde todo punto de vista que la resolución final contente a todas las partes y pueda conciliar posiciones tan antagónicas como las que se están planteando. Si finalmente la inclusión del término "nación" en su preámbulo no se considera inconstitucional, pero a continuación se estableciera que la única nación y los únicos símbolos reconocidos son los españoles, los soberanistas lo verían como un ataque y los más españolistas como un subterfugio para colar las reivindicaciones de los primeros.
Lo mismo puede ocurrir con el idioma y la inmersión lingüística o con la financiación y la bilateralidad. Si el Constitucional en un intento de ponerse de perfil ante una cuestión de muy difícil salida, opta por hacer planteamientos tan abiertos que se presten a distintas interpretaciones, el propio tribunal ,en el pecado llevará la penitencia, porque le van a llover recursos de inconstitucionalidad a mansalva.
Me resulta curioso muy curiosos que el Alto tribunal lo único que parece tener claro, como el agua clara, es que a los jueces y sus órganos de gobierno ni tocarlos y mucho menos que se abra la posibilidad de crear órganos paralelos al CGPJ. Sea como fuere con vetos o sin ellos, con reinterpretaciones de artículos o sin ellas que lo que tenga que ser sea ya de una vez, aunque sólo sea por no volver a tener esta serpiente de veranos en todas las vacaciones y fiesta de guardar.