El Sincrotrón de Aznar en tierra hostil

La política tiene la virtud que la primera piedra la pone un político y la inauguración a lo mejor la hace otro de partido distinto. Esto ha ocurrido con el Sincrotrón inaugurado el lunes por Zapatero y Montilla y cuya paternidad hay que atribuir a la buena sintonía de Aznar y Pujol a comienzos de la década.
Lo curioso del caso es que en su momento hubo interés en la Generalitat en no recordar al presidente Aznar que la instalación científica más importante de España iba a instalarse en la Universidad Autónoma de Barcelona, la misma que meses antes le había declarado “persona non grata” a raíz de una carga policial durante una visita suya.