Tengo que confesar el estupor que me viene produciendo la poca importancia que parece darse a los casos de corrupción en Baleares. Curiosamente ni el PP ni el PSOE se tiran los tratos a cuenta del escándalo que tiene como protagonistas, entre otros, a
María Antonia Munar, líder de Unió Mallorquina, y hasta poco presidenta del Parlamento balear.
A mí me sorprende que los socialistas miren hacia otro lado y continúen gobernando con Unió Mallorquina como si no pasara nada. Y también me sorprende que el PP tampoco arremeta contra Munar, ni contra el Gobierno socialista balear, que cuenta con el apoyo de Unió Mallorquina.
No conozco los entresijos de la política balear, pero por lo que va aflorando, aquello parece una especie de Sicilia a la española. Vamos, que algo huele a podrido, a muy podrido en la política balear.
Por una parte está el caso
Matas, ya saben el anterior presidente de la Comunidad, uno de los "barones" del PP. Por otro, está el caso Munar, y entre ambos, más "casos" relacionados con uno y otro, en que la corrupción está presente.
Pero ya digo que, curiosamente, socialistas y populares no mientan Baleares. No hay un solo dirigente socialista que saque las corruptelas de Baleares para atacar a los contrarios, ni tampoco ningún dirigente del PP que haga lo propio. Y, claro, me pregunto a qué se debe ese silencio. Quizá a que tanto el PSOE como el PP, prefieren no hacer ascos al partido de Munar, puesto que es el comodín que les permite gobernar.
El caso es que no hay semana en que el PSOE no arremeta contra el PP por el caso Gürtel, y el PP arremeta contra el PSOE por cualquier cosa y, sin embargo, de Baleares no dicen está boca es mía. Lo peor es que las noticias de esta comunidad apenas logran hacerse hueco en la prensa nacional o en las tertulias radiofónicas o de la tele. Y también me pregunto a qué se debe. Sí, definitivamente, algo huele a podrido.
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