El papa llamó el domingo a los católicos a abstenerse de juzgar a los pecadores, un día después de haber criticado a los obispos irlandeses por su manejo de un escándalo de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes. Pero en su sermón no mencionó la crítica a los obispos irlandeses que horas antes hacía pública en su carta.
En su homilía semanal desde su ventana sobre la Plaza de San Pedro, el pontífice no mencionó su carta en la que criticó a la alta jerarquía de la iglesia de Irlanda.
Benedicto citó el pasaje de los evangelios en que Jesús invita a quienes no han pecado a arrojar la primera piedra a una adúltera.
El sábado, el jefe de la Conferencia de Obispos de Alemania, el arzobispo
Robert Zollitsch, se disculpó personalmente por el encubrimiento de un caso de abuso sexual hace 20 años en una comunidad de la Selva Negra, cuando él estaba a cargo de recursos humanos en la diócesis.
En la misiva dada a conocer el sábado por el Vaticano, el papa dijo que los obispos irlandeses cometieron graves errores de juicio acerca de los abusos. Pero no culpó de empeorar las cosas a las políticas del Vaticano de mantener los abusos en secreto, como aseguran víctimas en Irlanda, Estados Unidos y otros países. Asimismo,
Benedicto no emitió castigos para los obispos irlandeses implicados.
El Papa dijo el domingo que Jesús le enseñó a la gente a "no juzgar y no condenar al vecino. Aprendamos a ser intransigentes con el pecado, comenzando con nuestros propios pecados, e indulgentes con las personas", dijo.
Unas palabras que, en términos generales, han sido consideradas algo insuficientes.
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