No se quejará el juez
Garzón en cuanto al apoyo que está recibiendo, por supuesto también entre muchas críticas, por aquello de la división de opiniones -que parta eso él es tan taurino-. O sí se quejará. Porque igual no es tan bueno y desde luego no parece de recibo y sí impresentable que
Zapatero, el presidente de Gobierno se 'moje' declarando a favor del magistrado.
¿Dónde está, entonces, la división de poderes? Máxime cuando la cabeza del otro poder clásico, el Legislativo, o sea,
José Bono, presidente del Congreso, también ha salido en defensa del juez. ¿Dónde está, entonces, se insiste, la división de poderes? Ambas opiniones nos parecen una intromisión indebida en el polémico caso.
Y que conste que nada tenemos en contra del juez, al que jamás culparíamos ni calificaríamos de prevaricador como sus acusadores, aunque sí pensemos, y así lo hemos escrito tantas veces -la última en nuestro
editorial- , que es un mal instructor. Pero, también insistimos, en que es impresentable que Legislativo y Ejecutivo se posicionen. ¿Dónde está...?