Un triunfo que no les sirve a los insulares canarios para alcanzar la zona tranquila de la clasificación en el partido que cerraba la vigésimo segunda de la Liga BBVA, pero que reforzará su moral.
El conjunto de Jose Luis Oltrá, consciente de la importancia del choque, salió muy mentalizado en la primera parte ante un Mallorca, cuyo rendimiento fuera de casa en nada se parece al que ofrece en el Ono Estadi.
En el minuto 17 el equipo local, que apretaba y buscaba la victoria con decisión, se adelantó en el marcador con un gol de Nino, en posición de posible fuera de juego, que a la postre supondría el definitivo 1-0.
El despliegue físico de los tinerfeños y la falta de reacción de los de Gregorio Manzano, apáticos y grises, fueron suficientes para que no se moviera el marcador antes del descanso.
En la segunda mitad el panorama cambió poco y la entrada de
Webó en el terreno de juego a la hora de partido y la combatividad de Aduriz no sirvieron para inquietar apenas la portería de Aragoneses y poner en peligro una victoria merecida del Tenerife, que a base de oficio e intensidad se impuso a un decepcionante Mallorca.