Esta norma entrará en vigor este mismo viernes aunque requiera la aprobación parlamentaria.
José Blanco ha asegurado que ha mantenido contactos con los portavoces parlamentarios sobre la iniciativa y que las impresiones han sido buenas ya que a nivel general todos veían la necesidad de llevar a cabo una reforma urgente. La autoridad pública en materia de navegación aérea tiene la obligación de que el servicio se preste con "continuidad y eficiencia". Además, dicha prestación ha de ser "compatible con la situación económica de España" y "acorde a la normativa europea", algo que según el ministro de Fomento no está garantizado en la actualidad.
Han sido más de cinco años de negociaciones con los controladores aéreos para reformar su convenio colectivo y no ha habido ningún resultado positivo. Por ello, el Gobierno ha tomado la iniciativa de legislar ya que tras debatir unas diez propuestas se ha llegado a una última idea de los controladores que lejos de solucionar los problemas de AENA "los agrava", según ha manifestado Blanco, ya que aumenta aún más los costes salariales. La Unión Sindical de los Controladores Aéreos (USCO ) ha anunciado ya que iniciará "las acciones legales necesarias para defender "la vigencia del marco legal en vigor". No obstante, el ministro de Fomento ha asegurado que la vía del diálogo con este colectivo sigue abierta mientras se tome como base el nuevo decreto aprobado.
'Tijera' a los sueldos millonarios
En la navegación aérea está sujeta a "los intereses generales", ha dicho Blanco y por ello, se ha llevado a cabo esta "reforma estructural" para garantizar la eficiencia del sector aeronáutico, y reducir significativamente el déficit de AENA. El decreto ley aprobado por el Gobierno aborda tres problemas principales:
- El elevado coste de los controladores. "España no se lo puede permitir", ha dicho Blanco. "No podemos pagar por un servicio público el doble de lo que paga el resto de Europa y "no es tolerable que una empresa pública pague sueldos millonarios mientras pide austeridad al resto de sus ciudadanos". El ministro apuesta por un "sentido de coherencia retributiva" y ha argumentado la reforma en que no es sostenible el hecho de que "una de cada tres horas" del trabajo de un controlador se considera como hora extra y además "se paga el triple" de su retribución normal.
En este sentido, el decreto establece:
· Una jornada ordinaria de trabajo homologada a la de sus colegas europeos. Pasará de
1.200 horas anuales a 1.750 que se han demostrado necesarias visto el aumento de las horas extra. El ministro dio unas cifras escalofriantes sobre los sueldos de los 2.300 controladores aéreos. De ellos, 28 cobran más de 700.000 euros; 135 ganan más de 600.000 euros y 713 tienen un sueldo que oscila entre los 360.000 y los 540.000 euros. Unos pocos ganan más de 900.000 euros.
· Limita el número de horas extraordinarias que pueden llevar a cabo a las establecidas en el estatuto de Trabajadores, lo cual supone que se reduce a 80 las horas extraordinarias anuales que pueden hacer.
· Se castigará el hecho de que los controladores falten a su puesto de Trabajo para evitar 'huelgas encubiertas'.
· Además, se suspende la 'superjubilación' de los controladores que permite actualmente recibir una pensión por valor de la totalidad de su salario a partir de los 52 años.
- El control del tráfico aéreo. El ministro de Fomento ha argumentado que ha de corresponder a la empresa que presta el servicio dicho control, pero que actualmente no es así. "Ahora son los propios controladores los que organizan este servicio público según sus propios criterios" y este decreto devuelve la competencia a AENA "que nunca debió dejar de tenerla".
- Aeródromos poco rentables. Este decreto abre la posibilidad a que aeropuertos con muy poco tráfico se automaticen con el sistema AFIS ya que su seguridad está más que testada en otros aeropuertos internacionales. Además, se liberaliza parte del sector ya que se permitirá a partir de ahora la entrada de "nuevos proveedores para servicios de control de tránsito aéreo" e incluso que pueda haber más de una empresa concesionaria, así como la entrada de profesionales europeos en la navegación aérea nacional. Es lo que sucede en la mayoría de los aeropuertos, ha dicho Blanco: "Nos estamos homologando al resto de Europa".
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